Vecinos de Bértola festejan con chocolate y rosca cinco meses de movilizaciones

Al calor de una estufa de leña y protegidos de la lluvia por una improvisada caseta, los vecinos de Bértola degustaron ayer por la mañana una cholocatada con rosca, cuando se cumplen casi cinco meses de movilizaciones contra la subestación eléctrica de apoyo a la construida junto a la vía del AVE. Es la forma que tiene la plataforma de afectados de agradecer a aquellos vecinos que pasan horas y horas, por turnos, cada día para vigilar la finca donde Red Eléctrica de España tiene previsto construir la subestación, siguiendo las directrices de Fomento.

«Nós non queremos a subestación aquí porque é mala para a saúde e está moi cerca das casas», precisó Victoria, una vecina que lleva desde el principio participando en la vigilancia que montaron los afectados desde agosto. ¿Qué pasaría si apareciesen las máquinas? Victoria lo tiene claro: «Poñernos diante». Desconfía de que se pueda ubicar allí la instalación.

A su lado, Manuela, otra de las mujeres del dispositivo vecinal de guardia recalca el rechazo de Bértola a la subestación. «Isto parécenos moi mal por causa da saúde pública, que de cancro xa temos bastante», afirmó al señalar que en el entorno inmediato de la finca hay 20 casas.

Todos los presentes en la caseta mostraron la misma indignación ante la intención de Red Eléctrica y de Fomento de mantener la ubicación elegida y desechar por razones técnicas y administrativas la alternativa que le ofreció la comunidad de montes. Los vecinos seguirán de guardia todos los días, con chocolate y rosca o sin el desayuno, bajo la lluvia o al calor, para impedir que las palas empiecen a trabajar. Solo se ausentan de su caseta los festivos y fines de semana, pero advierten, como señala Manuela, que no bajan la guardia. «Ao primerio sinal lanzamos foguetes e acudimos todos para aquí», concluyó esta afectada.

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