La Residencia La Peregrina y los albergues de Cáritas y Calor y Café ofrecerán cenas a personas en situación de vulnerabilidad
24 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Gusten o no estas fiestas, las celebremos de una forma más especial o no, la del 24 de diciembre no es una noche para estar solos, sino para compartir. Ese espíritu es el que movió a Francisca Rodríguez, la propietaria de la Residencia La Peregrina a suspender su tradicional viaje de vacaciones este año y a organizar una cena de Nochebuena para personas sin recursos que no tienen con quién pasar esta velada. Sus invitados serán medio centenar de personas, usuarias de las oenegés englobadas en Redeaxuda, y esta empresaria tiene claro que si la experiencia sale bien, repetirá.
La mesa ya está lista y en la cocina, todo preparado. Desde ayer. Y como señala Francisca, todos sus allegados se han prestado a colaborar en la iniciativa. «No solo mi familia o mis amigas, sino también muchas empresas que nos sirven como proveedores, y que se han sumado», explica. Así, por ejemplo, las empanadas que servirán como entremeses las ha aportado una panadería, habitual colaboradora del hotel. Pero además, empresas de distribución de alimentos han colaborado con vales para productos de primera necesidad, cestas de Navidad y de frutas. Los asistentes también tendrán un pequeño obsequio y disfrutarán tras la cena de un baile amenizado por un dúo que se ofreció a actuar gratis en la velada. «La verdad es que ha ido todo muy bien -señala-, estamos muy contentos con tanta participación». Además de las empanadas, el menú incluye sopa de marisco y pavo con guarnición. Y tras los postres, que traerán sus amigas, habrá «café, champán y chupitos».
En los albergues de Cáritas y Calor y Café también será una noche especial. En este último, por ejemplo, habrá un menú a base de sopa, jamón asado con guarnición, postres, turrón y café, que servirán voluntarias de la congregación Hijas de la Caridad. Pilar Dapena, portavoz de San Vicente de Paúl, destaca que esta noche suele haber menos comensales de los que diariamente atiende el colectivo (entre 25 y 35), «pero preparamos cena abundante por si acaso». En San Javier (Cáritas) esperan lleno, con veinte asistentes, y degustarán langostinos, jamón, carne (donada solidariamente por una entidad) y postres. Y en el comedor de San Francisco, la Nochebuena se celebrará ya al mediodía y no faltará el bacalao.