Sonia Iglesias ocultaba «algo que no contaba», según un testigo

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA

PONTEVEDRA

La expresidenta de la asociación, a la salida de los juzgados de A Parda
La expresidenta de la asociación, a la salida de los juzgados de A Parda López Penide

Declaró que vio a la pontevedresa «triste» meses antes de desaparecer

17 dic 2013 . Actualizado a las 13:52 h.

El Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Pontevedra retomó ayer las comparecencias de testigos en el marco de la investigación por la desaparición de Sonia Iglesias. Este lunes le tocó el turno a la expresidenta de la asociación Luz de mujeres maltratadas -pidió, dado que se ha desvinculado del colectivo, que no se reprodujera su nombre-, quien ratificó que, meses antes de desaparecer, Sonia Iglesias contactó con ella y mantuvieron una entrevista en una cafetería del centro de Pontevedra.

Tras dejar claro que «no me dijo en ningún momento que la maltratase» su pareja, precisó que fue un encuentro como el que podría haber mantenido con cualquier otra mujer «que viene a aconsejarse de cómo separarse de su marido, de su pareja». Eso sí, percibió en su interlocutora «tristeza y algo que no contaba. Mucha tristeza».

«Intención de separarse»

«Tenía intención de separarse o eso fue lo que a mi me transmitió», insistió al respecto. En todo caso, remarcó que Sonia Iglesias únicamente recabó información sobre los pasos a dar en el caso de que se separase de su compañero sentimental.

La expresidenta de la asociación Luz matizó, a este respecto, que «si podemos ayudar, ayudamos, pero la investigación no es lo nuestro». Es por ello que, supuestamente, le transmitió a la pontevedresa su disposición a contactar con un abogado de oficio si carecía de medios económicos. En caso contrario, le trasladó que «si quería yo misma le buscaba uno económico».

Único encuentro

La de ayer fue la primera comparecencia en sede judicial de esta pontevedresa, quien ya había prestado declaración como testigo en Comisaría. Su vinculación con Sonia Iglesias se refiere a un único encuentro, que se habría producido entre finales de noviembre y principios de diciembre del 2009, cuando la pontevedresa desapareció el 18 de agosto del 2010.

«No la conocía de nada», confesó ayer. De hecho, sostuvo que fue la propia Sonia Iglesias quien contactó con ella después de que algún conocido le comentase la propaganda que repartía la asociación.

Con el paso del tiempo, la testigo se fijó en los carteles con el rostro de la desaparecida y ató cabos: «Me dio mucha pena que desapareciera y siempre quedas un poco frustrada pensando de haber investigado más... pero, bueno, no es mi oficio», apuntó, al tiempo que dejó claro que «lo que yo crea o no crea no es vinculante al respecto».