Sonia Iglesias contactó con una asociación de mujeres maltratadas meses antes de desaparecer

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

La Policía Nacional investigó esta pista y consideró que no era trascendente para esclarecer lo ocurrido

24 oct 2013 . Actualizado a las 04:32 h.

«Previamente a su desaparición, mi hermana había consultado con un centro de mujeres maltratadas». Maricarmen Iglesias, hermana de Sonia, en paradero desconocido desde el 18 de agosto del 2010, desveló ayer que este es uno de los aspectos que más le había llamado la atención del sumario de la investigación.

Aclaró, en todo caso, que no podría precisar el contenido de aquel contacto, aunque sí que lo considera lo suficientemente importante como para reafirmarse en que «la desaparición es forzosa». Además, refuerza su idea de solicitar la custodia del hijo de su hermana, que actualmente recae en Julio Araújo, compañero sentimental de Sonia, padre del pequeño y único imputado en la causa.

Según consta en el sumario, el 1 de septiembre del 2010, la presidenta del colectivo de maltratadas se puso en contacto con la Policía Nacional para relatar el encuentro. Presumiblemente, este se produjo después de que hubiera estado repartiendo por Pontevedra folletos alusivos a la asociación que dirige. De este modo, meses antes de desaparecer -algunas fuentes sitúan el encuentro a principios del 2010 y otras a finales del 2009-, Sonia llamó al teléfono que aparecía en los folletos. Esto permitió que ambas mujeres concertaran una entrevista en una de las cafeterías de Campolongo, en el transcurso de la cual la pontevedresa en ningún momento relató que hubiese sido víctima de malos tratos o de cualquier tipo de agresión física o psicológica por parte de su pareja.

Eso sí, y siempre según la narración de esta testigo, la pontevedresa le había relatado que la relación que mantenía con Julio Araújo no pasaba por su mejor momento y que, supuestamente, tenía pensado dejarlo. Añadió, en ese punto, que temía la reacción que este pudiera tener al recibir la noticia.

La Policía Nacional, como también recoge el sumario, investigó esta pista, pero los agentes llegaron a la conclusión de que no era trascendente para resolver el caso. No opina lo mismo la familia de Sonia, que ve significativo ese hecho y que puede tener importancia en el caso.

En la primera comunión

De cualquier manera, lo cierto es que los meses posteriores evidenciaron que la pareja no se separó y, de hecho, siguió conviviendo en el piso del barrio pontevedrés de Campo da Torre. Tres días antes de su desaparición, Sonia, Julio y los familiares de ambos celebraron juntos la primera comunión de su hijo, cuya custodia parece querer discutir ahora Maricarmen Iglesias. Esta también valoró ayer la posibilidad de que, en breve, el abogado de Julio Araújo solicite el archivo parcial de la causa judicial al estimar que no existen pruebas de cargo para sustentar por más tiempo la imputación que pesa sobre su cliente: «Eso a es lo que a él le interesa, precisamente». A este respecto, y sea cual sea la respuesta de la jueza, el fiscal jefe dejó claro ayer que la investigación no se detendrá.