El Concello de Sanxenxo apura su ordenanza de furanchos

M. A. SANXENXO / LA VOZ

PONTEVEDRA

Otros municipios de las Rías Baixas, como Poio, también tiene muy avanzado su normativa municipal

17 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El decreto sobre furanchos establecía un plazo de tres meses para que los establecimientos dados de alta en el registro de la Xunta legalizaran su situación en los concellos. Se supone que, en ese tiempo, los municipios deberían haber adaptado la normativa y disponer de una ordenanza y de un registro para este tipo de locales. No ha sido así. En O Salnés, solo un municipio, Meaño, cuenta con la reglamentación adecuada. El resto, entre ellos Cambados, Sanxenxo, Ribadumia y Poio, siguen trabajando en ello.

Lo explica el presidente de los furancheiros de la provincia, José Luis Videira. «Había un plazo de tres meses para que os concellos se adaptaran e fixeran un rexistro», asegura. Pero los propietarios de estos establecimientos se encontraron, en muchos casos, que la ordenanza no estaba redactada. «Nós o que fixemos foi presentar toda a documentación nos concellos en tempo e forma», añade.

A pesar de no haber cumplido con los plazos, los concellos están trabajando para poder sacar adelante su propia regulación. Es el caso de Sanxenxo, donde se está elaborando la ordenanza correspondiente con la intención de aprobarla cuanto antes. Y es que el gobierno local calcula que en este municipio hay más de cuarenta establecimientos que ahora podrán beneficiarse de esta iniciativa.

La misma prisa se están dando en Ribadumia, otro municipio en el que proliferan estos locales. El equipo de gobierno tiene la intención de llevar la ordenanza al próximo pleno. Con más calma, en cambio, se lo toman en Cambados. Ahí el gobierno local está trabajando en el tema, pero sin prisas. Esta situación se repite también en los concellos del área de Pontevedra. Poio, por ejemplo, tiene la documentación muy avanzada, aunque reconoce que este año le será imposible colocar las placas identificativas en los locales.

Una vez que se elaboren las ordenanzas, los concellos contarán también con unos registros que permitirán saber, de una vez por todas, el número de locales de este tipo que operan en la comarca.

En este sentido, la asociación provincial de furancheiros lleva meses reuniéndose con los concellos con el fin de explicarles al detalle todas las dudas que puedan surgir de la interpretación del decreto. «Ofrecemos a nosa colaboración para facer as ordenanzas», explicó su presidente, José Luis Videira. El principal problema con el que se encuentran es que, en algunos concellos, interpretan que sus locales son como bares o cafeterías. «O furancho é unha vivenda privada e hai que ter en conta o tipo de locais que son», concluye el portavoz del colectivo.

Por su parte, los hosteleros se muestran satisfechos con el decreto y piden una «rigurosa aplicación», aseguran desde el Consorcio de Empresarios Turísticos de Sanxenxo.