Con el adelanto electoral, a escala local, ¿quién gana? Pocos se juegan más que los socialistas. El BNG tiene un bastión en Pontevedra con unas circunstancias locales especialísimas a prueba de debacles autonómicas. El PP apenas necesita refrendar a Jacobo Moreira como diputado y abundar después en la estrategia de engordar desde la visibilidad que le da su acción en el Parlamento gallego la figura política del que será el próximo presidente local del PP y candidato a alcalde de Pontevedra. Pero en el PSOE, las cosas son distintas.
El sector crítico de los socialistas, que aglutina a cuatro de cada diez militantes de la agrupación local, ha recibido con la convocatoria de Alberto Núñez Feijoo para el 21 de octubre un auténtico regalo envenenado. El atropellado calendario que se viene encima afianza a su principal valedor, Pachi Vázquez, el secretario xeral de los socialistas, como cabeza de cartel. Y se apuntala así desde Santiago la acción crítica en Pontevedra.
Evitar a Vázquez las primarias supone suprimir la segunda parte del encuentro ensayado con Elena Espinosa, con quien se alineó el sector oficial de Pontevedra en el congreso de marzo, cuando Elena Espinosa desafió el liderazgo de Vázquez. Este ganó, en parte gracias a los críticos pontevedreses, pero con un escaso margen: el 54 % del total de los votos. Ahora Pachi Vázquez, y con él el sector crítico pontevedrés, se juegan el todo por el todo. Una derrota socialista ante Alberto Núñez Feijoo dejaría a la corriente pontevedresa afín a Vázquez huérfana. Con los exministros José Blanco, Francisco Caamaño y Elena Espinosa tomando posiciones para su entrada en las listas, el relevo de Vázquez ante una eventual derrota frente a Feijoo estaría servido.
¿Cómo moverse en estas aguas pantanosas? De momento, la semana entrante es crucial. Entre hoy y el jueves los socialistas pontevedreses tendrán que proponer en asamblea los nombres que quieren colocar en las listas de cara al 21 de octubre. El sector crítico quiere situar en buena posición a José Manuel Civeira, pero el oficial, con Antón Louro a la cabeza, no renuncia a jugar sus bazas. Vigo, con el eventual desembarco de Espinosa y el control de la secretaría provincial, reclamará puestos de salida, y Modesto Pose maniobra para seguir conservando su cuota de poder para la confección de la candidatura en Vilagarcía de Arousa.
Los plazos son apuradísimos. El día 7, viernes, la ejecutiva provincial deberá hacer su propuesta de lista. La Comisión Nacional la evaluará solo un día después. El sábado ya se aprobará el dictamen de esta. Y las candidaturas estarán cerradas el lunes.
Poco tiempo para los críticos para buscar alianzas, afianzar apuestas y dejar alguna vía de escape en caso de una derrota de Pachi Vázquez. Pero las alternativas son pocas para el sector de los críticos en el socialismo pontevedrés. Poco tienen más que aceptar el regalo envenenado que supone el adelanto electoral y tratar de movilizar a un socialismo algo desgastado por las luchas internas y descolocado porque sus adversarios les han hurtado las primarias.