Marín persiste en el uso oficial de «Seijo» para sorpresa de la Xunta

Marcos Gago Otero
Marcos Gago MARÍN / LA VOZ

PONTEVEDRA

Santiago se ofrece a explicarle las dudas de gallego al Ayuntamiento

20 abr 2012 . Actualizado a las 06:57 h.

Topónimos como Seijo, Soaje, La Brea, Orense y la provincia de La Coruña se resisten a morir, al menos en Marín. Nombres que llevan décadas en desuso en otras Administraciones públicas siguen vivos y gozan de buena salud de la mano de los recibos y de otros documentos oficiales expedidos por el Ayuntamiento.

En la actuación de los servicios municipales también se dan ejemplos de curiosas situaciones de bilingüismo, como recibos en los que una parte están en gallego y otra en castellano. Puede ser que la solución contente a algunos, pero causa la indignación de no pocos. En el Concello no pueden alegar ignorancia, pero el transcurso de años de quejas no ha servido para mucho. Los errores siguen ahí, sin subsanar.

El caso es tan raro que ha suscitado la extrañeza de la Consellería de Cultura. Santiago se ha ofrecido a solucionar las vacilaciones del Concello marinense en el empleo del gallego y ha dejado constancia de este ofrecimiento por escrito en la web del Parlamento. No es la primera vez que en Marín se utilizan mal los topónimos -durante años hubo un cartel en la vía PO-551 que anunciaba la llegada a la parroquia de Xeixo-. La novedad de esta ocasión es que ha llegado a la Cámara de la rúa do Hórreo y ha ruborizado también a más de un político local.

La denuncia partió de uno de los diputados autonómicos del BNG, el marinense Bieito Lobeira. Su primer escrito dirigido a la Xunta, con fecha de 25 de enero, recalca que el Concello está vulnerando la legalidad vigente en la emisión de recibos, certificados y documentación oficial del PXOM.

Lobeira incluyó un dosier que envió a la Xunta para demostrar su queja. Un certificado del padrón de Marín, con la mención del lugar de nacimiento en A Coruña, provincia de La Coruña. Un tique del Concello con la avenida de Orense como dirección. Esta misma ubicación figura en otro recibo de impuesto sobre vehículos de tracción mecánica. El concepto está en gallego, la dirección en castellano y el sello también -recaudación ejecutiva, dice-. Hay sellos y fechas de otros recibos en castellano sobre un texto mayoritariamente en gallego. Para el BNG, estos ejemplos de «bilingüismo harmónico» se pueden calificar, cuanto menos, de «curiosos».

Ante tal desaguisado, la Secretaría Xeral de Política Lingüística, que afirmó no tener constancia previa de estos hechos, envió un escrito al gobierno marinense. Solicita que se comprueben los hechos denunciados, se le informe de qué pasa y se pide que «estableza as medidas que garantan que o Concello de Marín faga un uso normal e oficial do galego nas súas actuacións». Además, concluye con ofrecerle «asesoramento para calquera consulta que necesiten realizar».

En el gobierno de Marín también mostraron su extrañeza por la confusión. El problema del padrón parece que se debe al programa informático. Para los recibos, la respuesta fue más compleja. Fuentes del gobierno local señalaron como responsables no al Concello que emite los recibos sino a los vecinos que hace años se dieron de alta con las direcciones sin normativizar, como Seijo o Soaje, nombres que pasaron a sus fichas municipales y que están aún sin corregir. El gobierno local espera que ahora se pueda corregir definitivamente.