El Consorcio de Empresarios Turísticos de Sanxenxo (CETS) mostró su «apoyo absoluto» a la nueva regulación de los furanchos que ha puesto en marcha la Xunta. Su presidente, Francisco González, quiso dejar claro que el CETS no tiene nada en contra de los furanchos, entendiendo como tales los que se dedican a la venta única del vino excedente elaborado a partir de sus viñedos «y destinado al autoconsumo». Sin embargo, señala que bajo este término se montaron restaurantes ilegales, «sin cumplir ninguna normativa sanitaria, sin dar al personal de alta, ofreciendo todo tipo de comida, y además alardeando de que en sus locales se puede fumar, ya que nadie los va a inspeccionar». González habla de que incluso en algunos se llegó «a la desfachatez» de ofrecer comidas para empresas, bautizos y comuniones, «por lo que nos hemos visto obligados a solicitar de la Administración una regulación de la actividad que defina claramente qué es un furancho». «Han sido los verdaderos furanchos -agrega- sus propios enemigos al permitir que encubriéndose en esa marca otros realizasen dicha actividad ilegal».