Un decreto europeo permite dar comidas a los furanchos

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Presidencia asume este reglamento en la nueva norma que regula estos locales

06 abr 2012 . Actualizado a las 06:55 h.

Ni solo cinco tapas calientes, ni únicamente conservas y embutidos. Una vez entre en vigor el decreto autonómico que regule la actividad de los furanchos, estos podrán, en principio, servir toda clase de comidas a sus clientes, algo que en la práctica ya venía sucediendo en muchos de estos negocios tradicionales.

Y todo, según confirmaron desde la Consellería de Presidencia, por la aplicación del reglamento europeo relativo a la higiene de los productos alimenticios, al que el propio decreto autonómico hace referencia en su artículo 3. En el caso concreto de los loureiros, la Xunta considera que deben cumplir con los requisitos, entre otros, establecidos para aquellos «locales utilizados principalmente como vivienda privada pero donde regularmente se preparan productos alimenticios para su puesta en el mercado».

De este modo, se establecen una serie de premisas de sanidad e higiene para todos aquellos establecimientos destinados a loureiros. El objetivo de las mismas es «garantizar la seguridad alimentaria a lo largo de la cadena alimentaria, empezando en la producción primaria». Además, se incide en la necesidad de que la propia estructura e infraestructura del negocio no conlleve ningún riesgo contaminante sobre los alimentos que se van a servir, así como se establece cómo se deben gestionar los residuos que se generen.

Con respecto a este último aspecto, se reseña que los desperdicios «deberán eliminarse higiénicamente y sin perjudicar al medio ambiente con arreglo a la normativa comunitaria (...) y no deberán constituir una fuente de contaminación directa o indirecta».

Otras cuestiones sobre las que se detiene el reglamento europeo al que hace referencia la Xunta son las de la obligatoriedad de contar con un suministro de agua potable o la pulcritud con la que deben actuar los empleados y responsables de los furanchos. Asimismo, se dan una serie de pautas sobre envasado, tratamiento térmico de los alimentos o la formación de las personas que atenderán al público.

Así, se remarca que se deberá cumplir «todos los requisitos de la legislación nacional relativa a los programas de formación para los trabajadores de determinados sectores alimentarios», por lo que no sería extraño que a los furancheiros se les exigiese superar algún tipo de curso relacionado con la correcta manipulación de alimentos.