Pontevedra cultivará trigo del país para crear su propio pan

Elena Larriba García
Elena larriba PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Es el primer paso para conseguir una denominación de origen

16 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

La Asociación de Panadeiros Artesáns de Pontevedra ha dado ya el primer paso para crear un pan pontevedrés con denominación de origen o identificación geográfica protegida, a partir del proyecto Trigal.

Se trata de impulsar el cultivo en la comarca de trigo autóctono de callobre, marca ya registrada, para producir harina del país y fabricar con ella el pan da vila, un producto netamente artesano, claramente diferenciado del que se está vendiendo en otros canales de distribución y que supone una gran competencia, no precisamente por su calidad.

Rogelio Acuña, presidente de los panaderos pontevedreses, expuso ayer al alcalde, Miguel Fernández Lores, las líneas que van a seguir para conseguir su objetivo. Lo que pretenden es que los propietarios de fincas agrarias siembren y cultiven el cereal gallego, con el compromiso de comprarles toda la producción.

El plazo que barajan para obtener el primer trigo callobre pontevedrés es de aproximadamente un año y medio. Se sembraría en noviembre o diciembre y se recogería en julio del 2013.

Las experiencias llevadas a cabo en el Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo dieron como resultado la obtención de este trigo autóctono, que ya se está cultivando en otras zonas de Galicia con buenos resultados, aunque no a gran escala. Y esa semilla, avalada por la Federación Galega de Panadeiros, es susceptible de ser sembrada también en la comarca pontevedresa. Para ello, la Asociación de Panadeiros Artesáns de Pontevedra contará con la colaboración de la Misión Biolóxica de Galicia y de la Diputación Provincial.

La participación del Concello consistirá en la difusión de este proyecto entre la población de las parroquias del rural, editando material divulgativo necesario y favoreciendo la reestructuración territorial del municipio para que el máximo número de propietarios de terrenos agrarios se impliquen en el proyecto de cultivo del trigo autóctono gallego, con la ayuda técnica y mecánica necesaria.

Un trigo y una harina gallega certificada, como materia prima básica, es uno de los requisitos fundamentales para crear un pan pontevedrés que pueda lograr la identificación geográfica protegida o denominación de origen, con las características físicas y organolépticas propias del pan artesano tradicional, frente a los congelados o precocidos que hoy invaden el mercado. Conseguir un pan exclusivamente gallego y, en este caso, pontevedrés, redundaría en la calidad del producto y su posicionamiento en el mercado en varias direcciones, según pusieron ayer de manifiesto los responsables del Concello y del gremio.

En primer lugar, las sinergias entre agricultores y panaderos supondrán un mayor beneficio económico para ambos sectores y los consumidores tendrán a su disposición un pan tradicional de alta calidad, producido totalmente en la capital de principio a fin. El alcalde, Fernández Lores, definió el proyecto como «unha iniciativa de fondo calado económico nestes momentos de grave crisis que estamos padecendo».