Los cuatro municipios, que apenas suman trece mil habitantes en total y nueve millones de euros sumando sus cuatro presupuestos municipales, dedican anualmente más de ciento ochenta mil euros a hacer frente a los sueldos de los alcaldes. Una cifra que se multiplica por dos si se suman las retribuciones de otros ediles liberados y que crece exponencialmente si se incorporan los gastos de personal derivados de los trabajos de secretaría e intervención que realizan en cada respectivo concello su cuerpo de funcionarios. La fusión está sobre la mesa. Pero nadie se sienta. Los alcaldes están lejos, cavando trincheras.
Silencio en el PSOE local. Críticos, oficialistas y la tercera vía tratan de que la marea del congreso gallego no les pase por encima. Los huevos están ya puestos en cada una de las cestas. Ahora, toca esperar.