«La mejor canción protesta es la canción hecha con honestidad»

PONTEVEDRA

Aute regresa a Galicia este fin de semana con su independencia creativa e ideológica indemne. En Pontevedra ofrecerá un recital poético y un concierto

02 mar 2012 . Actualizado a las 17:48 h.

Luis Eduardo Aute (1943) es creador en el sentido global de la palabra. Poeta, músico, artista y cineasta, vuelve este fin de semana a Pontevedra por sus dos primeras facetas. Esta noche ofrece un recital poético en el sexto edificio del Museo (20 horas) y mañana, un concierto en el Centro Social Novacaixagalicia.

-Hace un año lanzó su disco «Intemperie», y resulta que estamos más a la intemperie que antes.

-Pues sí, lo podía haber escrito esta mañana. Está más vigente, sí. Parece que la cosa va a más menos.

-Su mensaje es escéptico. ¿Ya no es posible creer que otro mundo es posible?

-¿Cómo que no? Va a ser posible. Yo, de pesimista, nada. Escéptico, sí. Creo que el escepticismo es necesario para que no te den gato por liebre. Pero habrá que salir de esta. El mundo no se acaba, a no ser que los mayas acierten y desaparezcamos, pero no creo que sea el caso. Estamos viviendo una etapa muy dura, de un golpe de Estado del neoliberalismo más salvaje. Los especuladores financieros se han quitado las máscaras y han dicho: aquí los que mandamos somos nosotros. Y sobran políticos, sobra cualquier tipo de regulación intermediaria. El resto, que seamos todos más pobres, que trabajemos más por menos y sin sindicatos, que también están siendo atacados. Y, claro, diciendo amén con tal de sobrevivir.

-La rebelión vino con el 15-M. Hace meses defendió el movimiento. ¿Cómo lo ve ahora?

-Es importantísimo que la gente salga a la calle y que diga que no quiere jugar en este juego sucio. Son síntomas de salud social. Si hay luz al fondo del túnel, hay un pequeño atisbo de luz en estos movimientos. En el de Valencia también. Ahí más significativamente, porque son movimientos más organizados, no tan autogestionados como los anteriores. Aquí parece que hay cabezas que de alguna manera están orientando las manifestaciones. Y necesitamos autoorganizarnos, pero con interlocutores, para que puedan oponerse a los representantes del poder.

-¿Confía en los partidos? ¿Ha votado?

-He votado. No suelo hacerlo pero en este caso sí porque de alguna forma veía la que nos caía. La izquierda, cuando está decepcionada, no vota. La derecha, al contrario, haya o no corrupción, vota. Porque saben que nosotros no.

-¿Qué opina al ver a un miembro de la familia real imputado?

-Que aquí no se salva nadie, aunque el rey sí se salva, porque todos los españoles son iguales ante la ley menos él. Es un mal síntoma el caso del yerno del rey, pero en todas las familias cuecen habas.

-¿Vivíamos por encima de nuestras posibilidades, como nos recriminan?

-Eso es una trampa, la culpa siempre es del otro, y es una manera de meter miedo a la gente. Lo ha habido toda la vida. Es el sistema de que tú eres el culpable y pórtate bien, que si no no hay bocadillo.

-¿Pensaba que iba a volver a tener que imponerse la canción protesta?

-Pues de alguna manera sí. Lo que pasa es que cuando se hacía la llamada canción de denuncia era porque no había otros medios para manifestar la disconformidad con las cosas que estaban ocurriendo. Hoy están los medios, está Internet, donde uno puede decir lo que quiera. Creo que la mejor canción protesta es la canción bien hecha, con honradez, coherencia, háblese del tema que sea. Hacer el trabajo bien, honestamente, no con ánimo de vender discos y tener éxito comercial, sino con el ánimo de estar satisfecho del trabajo bien hecho. Si todos hiciéramos eso en todos los ámbitos, las cosas no estarían como están.

-El año que viene cumple 70. ¿Hará algo especial?

-Bueno, todavía no he cumplido los 69. En septiembre de este año me cae la cifra porno. Pensar en el año que viene es tan complicado ahora... Ni se me ocurre. No sabemos qué va a pasar dentro de un mes, tal como están las cosas. A mí lo del año que viene me parece hablar de ciencia ficción. Entonces, pasemos el 21 de diciembre de los famosos mayas, y a partir de ahí te cuento...

-Ya es un clásico en la música española. ¿Cómo le sienta?

-Hay cosas peores. Al contrario, de alguna forma es lo que he pretendido en mi trabajo, que fuera atemporal, que no sufriera la famosa erosión del tiempo. Y eso del clasicismo es que las canciones, poemas o pinturas, en términos generales, se estén salvando del paso del tiempo, que es el peor enemigo.

-Con centenares de canciones. ¿Hay alguna favorita o son todas como hijas?

-Todas son hijas e hijos. Te contesto con el tópico de la que me queda por hacer, esa que no aparece, pero espero que aparezca. Esa que cuando la haga ya no podré hacer ninguna más aún no ha llegado.

«Hasta aquí he llegado sin móvil»

En Galicia Aute ha expuesto, ha cantado y recitará poemas. Solo le queda rodar una película. Se ríe: «Pues no se puede decir nunca de esta agua no beberé».

-Nos visita con frecuencia. ¿Le ha dado tiempo a conocer las ciudades?

-De noche. Lamentablemente, los sitios a los que voy se parecen casi todos, son restaurantes... Me da tiempo a callejear un poco de noche, aunque esta vez llego antes y puede que conozca algo más Pontevedra.

-Y el público gallego ¿qué tal le trata?

-Me acoge demasiado bien. Es tremendamente entregado y viene con ganas de disfrutar en los conciertos.

-¿Es cierto, como dice en «Qué me pasa doctor», que no tiene móvil, ni equipo de fútbol ni sabe cómo entrar en la Red?

-Totalmente cierto. Apenas tengo tiempo para hacer las cosas que suelo hacer... Uso ordenadores, evidentemente, pero yo no me meto. Hasta aquí he llegado sin móvil, por ahora no me hace falta, el que me quiere encontrar me encuentra. Y tampoco soy de ningún equipo. Nací en Filipinas y allí no hay fútbol. Sí me gusta ver un buen partido y por eso creo que me gusta más el fútbol que a muchos hinchas, que lo que quieren es que su equipo gane aunque juegue mal, y punto. A mí me da igual quién gane, lo que quiero es ver buen juego.

-¿Y la Red? En Twitter hay un Luis Eduardo Aute.

-No soy yo, pero tampoco me suplanta.