Con la ley en la mano no hay salida para la permanencia de Ence en la ría de Pontevedra. Pero una coyuntura económica adversa, como la actual, podría cambiar las cosas. «Estaremos hablando de casos con muchos puestos de trabajo, de factorías de rendimiento». ¿Y se puede jugar todo a una baza? «En previsión, muchas empresas ya están adoptando medidas y pensando en buscar otras ubicaciones alternativas». Ence se lo juega todo a la solución política. Pero desde Costas llega también una reflexión: «Está el interés de la empresa y de los puestos de trabajo y el interés público en recuperar una zona que es de dominio público y que tenía unas características que no tiene ahora.