«Tenemos que lograr que el albariño por excelencia sea el de Rías Baixas»

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso VILAGARCÍA

PONTEVEDRA

17 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Juan Vázquez Gancedo es natural de Lugo, pero arousano de adopción. Es director general de Bodegas Martín Códax, la primera de la denominación de origen en muchos aspectos, pero viticultor de vocación y, por ende, uno más de los doscientos socios de la cooperativa que dirige. La pasión por el vino no le viene de familia, sino de su trabajo. Porque ha descubierto que en este cultivo se esconde también una filosofía de vida, «porque cuando plantas una vid es un plan a largo plazo, igual que cuando lanzas un vino. Son productos que nunca van a dar resultados este año».

A finales del año 94 Vázquez Gancedo ya se dedicaba al sector de la alimentación, pero al de la industria cárnica. Trabajaba en una multinacional, pero quería algo diferente. «En una feria de Berlín, en el stand de la Xunta estábamos los de la patata, los de la carne y Rías Baixas», recuerda. Entonces, «me pareció un sector que estaba empezando con buen pie, con mucho potencial y con un producto diferente». Por eso cuando surgió una entrevista de trabajo no dudó en presentarse. «Yo no sabía cuál era la empresa y cuando me dijeron que era una cooperativa les dije que no quería saber nada». Por suerte, el consejo rector de Martín Códax no aceptó su rechazo. «Me dijeron que eso era lo que estaban buscando, alguien que aprovechara las ventajas de una cooperativa pero que tuviera un enfoque más mercantil». Le querían para preparar un equipo comercial capaz de vender «entre 800.000 y un millón de kilos». Al año siguiente, tenían una cosecha de 1,2 millones de kilos.

Y es que, en aquellos momentos, se registraba también un importante aumento de la producción «y dudamos de si sería posible comercializar todo el albariño. Pero aquello sirvió de revulsivo y los comerciales de las empresas empezaron a salir y a darlo a conocer en todo el mundo», asegura. Son estos apretones, añade, «los que han motivado a todo Rías Baixas a ponerse las pilas y a buscar en el mundo mercados. Gracias a eso somos lo que somos».

Cinco años después de su llegada a la denominación de origen, el sector lo había conquistado por completo. Tanto, que decidió meterse a viticultor. Esto le sirvió para entender a la otra parte. «El primer año hacía planes del retorno de la inversión en el viñedo y nunca salían. Aprendí que la agricultura es de paciencia y que siempre hay que pensar en el largo plazo. Fue bueno asumir esa manera de pensar», explica. Ahora, le gusta presumir de viticultor y este año ha vendimiado 85.000 kilos, convirtiéndose en el socio con mayor cosecha de toda la cooperativa. «Trabajo poco la viña, pero nadie me quita mis paseos y que disfrute de la floración», asegura. Su vida «es el vino. Porque lo vivo. Creo que es un momento importante para el mundo del vino, para Rías Baixas y para esta bodega». Por eso apuesta por seguir trabajando. Hay que «conseguir que el albariño por excelencia sea el de Rías Baixas. Y no tenemos mucho tiempo para conseguirlo», concluye.

Juan Vázquez Gancedo.

Director general de bodegas Martín Códax. Y viticultor.

53 años

Su plantación de viñedo de ocho hectáreas ubicada en Cambados.