La cosecha de los mil furanchos

M. Alfonso, marcos gago VILAGARCÍA, PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Las previsiones apuntan a que los loureiros duplicarán su presencia en Pontevedra

02 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

«Haberá que abrir un furancho». Este es el comentario generalizado que se escucha entre los viticultores de la comarca de O Salnés estos días. Y es que esta parece ser la única salida a la crisis que ha creado el exceso de cosecha de este año. Hay tanta uva en las vides «que hai quen a regala», explica José, viticultor y furancheiro de la parroquia de Xil, en Meaño. Nadie sabe exactamente cuántos loureiros existen actualmente en la provincia de Pontevedra, pero lo que todo el mundo tiene claro «é que vai haber moitísimos máis. Vanse multiplicar. Coa cantidade de viño que hai, a xente ten que buscarse a vida», argumenta Manuel Abuín, Piris, presidente de la asociación de cosecheros Viño Tinto de O Salnés.

«Moita xente quedou cos excedentes de cupo das adegas na casa. Hai xente que había vinte anos que non facía viño e que agora o vai facer», argumenta José. «Coa cantidade de viño que hai, a xente ten que buscarlle saída», reconoce Piris. La cosecha de albariño ha sido grande, pero también la de vino tinto. Ha rondado los cuatro millones de kilos de uva, uno más que el pasado año. «Este ano vai ser o viño máis barato que a auga», asegura el portavoz de los cosecheros del tinto. Y de blanco y de tinto se nutren los furanchos de la comarca de O Salnés.

Más de cuarenta locales

Solo en los municipios de Meaño y Ribadumia se calcula que existen actualmente unos cuarenta establecimientos de este tipo. El primero es el que ha dado fama a estos locales y, según su alcalde, Jorge Domínguez, la parroquia de Cobas acoge ya a una treintena de furanchos. El de José se sitúa en una parroquia cercana. Asegura que decidió dedicarse a este negocio «porque vender a uva ás adegas xa non compensa. Compensa a quen ten plantacións moi extensas, pero aos que somos pequenos viticultores, non», explica. Y vaticina que «ao albariño vaille pasar coma as vacas porque, tal e como está plantexado, no rural non é negocio». Explica que «non cobramos a tempo, porque algunhas adegas pagan en decembro» y por eso «nestes momentos ou tiras as cepas ou vendes o viño nun furancho».

Precisamente recuperar la inversión que el viticultor ha hecho durante todo el año cuidando las parras es lo que se busca con la puesta en marcha de estos establecimientos tradicionales. Pero incluso ese objetivo será difícil de cumplir este año, «porque se abren moitos máis furanchos a economía tampouco está para andar tomando viños por aí adiante», asegura. También reconoce que este sector no tendrá futuro «se non se regula dunha vez e se nos deixa traballar. Somos ilegais, pero a min gustaríame que houbera unha regulación», concluye.

Cosecha estimada que recogerá la denominación de origen Rías Baixas.

40

La producción de Viño Tinto es muy superior a la del anterior ejercicio.

4