Cerca de las atracciones de feria de la Peregrina y de los puestos de mojitos y daikiris, surgen todas las tardes multitud de puestos en los que lo que prima es la falsificación. Si uno busca supuestos polos Lacoste, bolsos Hermes, cinturones Dolce & Gabanna, deportivas Nike, chandals Adidas, gafas Rayban... y así un sinfín de marcas y productos, a priori, de cierto lujo no tendrá que desembolsar mucho dinero.
Con ojo y buena labia -lo que se conoce por regateo- se pueden conseguir muchos de estos objetos por menos de veinte euros. Los precios, claro está, se incrementan si lo que se quiere adquirir es lo que aparenta ser una troley -maleta con ruedas- de calidad. En este caso, el dinero a desembolsar va a depender siempre del tamaño.
El desparpajo con el que actúan algunos les lleva a colgar carteles anunciando todo a cinco euros por liquidación.
Y claro está, si se habla de pirateo comercial, hay que hacerlo del top manta. Al anochecer, los manteros se suelen apostar en Montero Ríos. Una peli o un disco por tres euros; dos, por cinco.