Aunque hay por delante más de 15 de equipos, el descenso del Rayo B y el Universidad abre las puertas a la esperanza
01 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El consejo del Pontevedra puede presumir de haber hecho realidad el logo del concurso que presenta Carlos Sobera, «Atrapa un millón». El club ha logrado reunir esa cantidad en un tiempo récord de seis meses para salvar al equipo del camino de la desaparición.
La primera gesta se produjo en el mes de enero, con la captación del dinero necesario para desbloquear la huelga de los jugadores, y evitar el descenso a Tercera en los despachos, lo que además le habría impedido ascender a la temporada siguiente.
El segundo match ball tuvo lugar en los dos últimos días. El presidente, Mauricio Rodríguez, y su segundo de a bordo, José Manuel Fernández tuvieron que moverse con celeridad para conseguir los algo más de 139.700 euros necesarios para levantar las denuncias de los futbolistas en la AFE.
El club comunicó la buena nueva a las 11.15 horas de ayer. «El Pontevedra ha hecho efectivo el pago a AFE en tiempo y forma reglamentarios», rezaba la nota.
Diez minutos de tensión
Sin embargo, el suspense se mantuvo hasta el último momento porque en el sindicato de futbolistas continuaban asegurando que el ingreso de la entidad granate seguía sin aparecer a las 11.50. Es decir, a diez minutos de la conclusión del plazo. Al final, el dinero apareció y la inquietud tocó a su fin.
Mauricio Rodríguez no quiso aportar datos de la operación, ni a qué hora del miércoles pudo respirar tranquilo. Se limitó a desvelar que se vivió una situación «rocambolesca», pero que lo importante es que habían llegado «a la zona de avituallamiento. A ver si ahora somos capaces de alcanzar la meta».
Asimismo, recalcó que «lo que necesitamos en este club es hablar de fútbol, de una vez por todas. Queremos dejar el sensacionalismo al margen. No es determinante si el dinero se consiguió de una forma u otra, pero esta pasada noche ya logré dormir bien. Esta es una de las pocas alegrías que he tenido desde que llegué aquí», puntualizó.
Una vez conseguido ese objetivo parcial, el consejo estará atento a las plazas que quedan libres, por posibles descensos de categoría, para tratar de recuperar en los despachos su lugar natural, en Segunda B. El presidente realizó un símil para explicar cómo se presentan las cosas: «Ahora vamos a ir a por el premio gordo, pero para que nos toque hay que adquirir el décimo. Y tenemos que ver si somos capaces de comprarlo. Depende de a qué precio lo vendan. No podemos prescindir de la bebida y la comida para hacernos con él, porque no tenemos la seguridad de que después podamos seguir viviendo», afirmó.
En la tarde de ayer se confirmó el descenso administrativo por impago del filial del Ravo Vallecano y el Universidad Las Palmas. Ahora, la hipótesis de regresar a esa Segunda B cobra fuerza, pero tienen preferencia los clubes que jugaron la fase de ascenso a Segunda B y el Deportivo B, que superó a los granates.
Rodríguez cree que el Pontevedra no tendrá un lugar de salida demasiado alto para optar a una posible plaza, pese a que a priori están por delante unos 18 equipos. Eso sí, la mayoría son de Tercera, y es poco probable que dispongan de dinero para pagar deudas de otros.