El silencio de Factoría fuerza a las auxiliares a presionar in situ al astillero
PONTEVEDRA
Los proveedores de Factoría Naval intentarán in situ y por enésima vez el cobro del primer plazo de su deuda. Acudirán a instancias de la abogada de la plataforma para reclamar su parte del dinero pendiente. Lo harán como Fuenteovejuna siguiendo la máxima de que la unión hace la fuerza.
El poder de negociación que hasta ahora estaba centralizado en las siete compañías con mayor deuda pendiente de cobro -Grupo Emenasa, Gonsusa, Finanzauto, Pipeworks, Nodosa y Hermanos Ramallo- cederá hoy el protagonismo a todas las auxiliares. El comité negociador les convoca nuevamente a constituirse en una asamblea permanente a primera hora de la mañana, con el objeto de exigir nuevamente al astillero y a las entidades financieras el cumplimiento del acuerdo de pago. Desde que el pasado jueves exigieron por escrito al comité de riesgos de Bankia que renovase el aval y pidieron al gerente del astillero, Juan Rózpide, que se pusiese en contacto con Novacaixagalicia para conocer el estado de los avales, nada ha cambiado.
Paciencia agotada
Y, ¿qué ha pasado para que una semana después todo siga igual? Las auxiliares reconocen que no han recibido ninguna contestación ni por parte de Factoría, ni de las tres entidades financieras implicadas: Bankia, Banco Gallego y NCG. Hoy volverán a asaltar el astillero y solicitan a los proveedores que hayan realizado nuevos trabajos pendientes de cobro, tanto en construcción como en los buques entregados al armador Esvagt, que preparen la documentación de su deuda para intentar agilizar el cobro.
«Ya van dos semanas desde que nos dijeron que estaba todo y seguimos esperando. Como todavía no tenemos los pagarés del primer pago, mañana (por hoy) nos plantaremos en el astillero», explica el portavoz de la plataforma, Rafael Outeiral. Respecto a la negociaciones entre Armón y Factoría Naval, Outeiral explica que según les han explicado, las negociaciones continúan después de algún altibajo entre las partes.
Armón ha entregado a la caja gallega las garantías que se deben cumplir para que asuma el traslado del C160. Aunque en un primer momento se negaron a aceptarlas, finalmente parece que se ha retomado la negociación. Si los pagos no se efectúan con rapidez, la plataforma, que todavía tiene el poder de ejecutar las medidas legales a su alcance para cobrar la deuda, advierte de que el reguero de quiebras en el sector puede ser insalvable.