Temor a que las decisiones judiciales lleguen cuando ya no haya remedio

a. C. pontevedra / la voz

PONTEVEDRA

14 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

«Tanta presa, tanta presa. puideron esperar un pouco». Fernández Couso no entiende que Medio Ambiente iniciase la obra sin que se hayan pronunciado los tribunales y juzgados sobre las pretensiones de los vecinos. Su temor es que las obras avancen tras el 22-M y que, cuando se produzcan las decisiones judiciales, ya no haya remedio. En la mente del portavoz de la plataforma hay dos ejemplos recientes de la comarca de Pontevedra: el paso del ferrocarril del puerto por la plaza de Os Praceres y la sentencia que tumbó el plan de sectorización de Barro-Meis cuando el polígono ya estaba concluido.

Los vecinos pidieron a las autoridades judiciales medidas cautelares en dos ocasiones, pero hasta el momento no han obtenido resultado positivo. Además, esperan el desenlace del recurso que fue planteado por el Concello.

Rechazo con sorpresa

El gobierno local rechazó desde el principio el desdoblamiento O Pino-Bora y la ronda rural, al tiempo que reclamaba la construcción de la ronda urbana Alba-Tilve-Mourente-Salcedo-variante de Marín. Medio Ambiente considera a su vez «sorprendente» que el Concello critique el desdoblamiento y proyecte descargar el tráfico de la A-57 en Pino-Bora mediante un enlace en Pumariño-Valadares.

El vial O Pino-Bora tendrá cuatro carriles de 3,5 metros, cuatro arcenes de 0,50, dos aceras de dos metros, mediana de dos metros, y dos aparcamientos de 2,5 metros. En total, 27 metros. La obra fue adjudicada a la empresa CRC, por 4,7 millones de euros. Estará realizada en año y medio.