Las agencias ya desvían reservas a Oporto por la huelga de AenaLa inestabilidad apuntala al sector

Lars Christian Casares Berg
christian casares PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

La amenaza de paro en Semana Santa lleva a asegurar vuelos en Portugal

10 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Llueve sobre mojado. Y los usuarios no quieren que les agüen las vacaciones. Ante la convocatoria de huelga de los trabajadores de Aena para Semana Santa, las agencias de viajes de la provincia de Pontevedra ya están tirando de plan b. «Lo que se está consiguiendo es que estemos potenciando más el aeropuerto de Oporto», explica Juan Milleiro Fariñas, vicepresidente de la Asociación Provincial de Agencias de Viajes de Pontevedra.

Las agencias de viajes ya han comenzado a desviar reservas de Peinador -uno de los aeródromos afectados por los planes de privatización de Aena- hacia el aeropuerto luso, el Sá Carneiro. «Si la gente está pensando en destinos que podemos solventar desde Oporto estamos aconsejándoles que lo hagan», explica Milleiro desde su agencia, Viajes Rascado.

A su cercanía con el sur gallego, los operadores profesionales de viajes suman las ventajas de unas buenas tarifas, vuelos directos dentro de la Península y hacia Canarias y sus conexiones internacionales. Milleiro expresa en sensaciones lo que dicen los datos sin contestación posible. «Ya empieza a ser lo normal, después de lo de los controladores, ahora toca esto», lamenta. Con este panorama, los viajeros buscan alternativas que se reflejan en las estadísticas. Peinador registró en los primeros treinta días del año 72.000 pasajeros, un 0,2% menos que el mes de enero del 2010.

La pérdida de pasajeros de Peinador en favor de la terminal de Oporto es constante. Mientras este último pulveriza sus récords, con 5,2 millones de viajeros anuales, en los últimos tres el único aeropuerto de la provincia, inmerso en una macrorremodelación de sus instalaciones, solo ganó usuarios durante cuatro meses en los últimos tres años.

Obras e intranquilidad

Peinador suma al engorro de utilizar una terminal en obras, con continuos cambios en sus accesos y zonas habilitadas para aparcamientos, la falta de conexiones efectivas mediante transporte público. Con todo, el principal enemigo de Vigo está más allá de sus instalaciones. Tiene que ver con la inestabilidad laboral en el transporte aéreo de pasajeros español.

Algo que es demasiado fácil evitar con la frontera lusa a menos de una hora de viaje desde casi cualquier rincón de la provincia. El diagnóstico que hace Milleiro es claro: «La tranquilidad de que no va a pasar nada te hace velar por los pasajeros y optar por Oporto».

La crisis está castigando al sector profesional de las agencias de viajes, aunque su salvación tiene mucho que ver con las zancadillas que controladores, pilotos y personal de tierra están encadenando al transporte de viajeros en España. Las agencias son mediadoras en la venta de billetes. Esto hace que el viajero pueda reclamar a esta el pago por el viaje frustrado. Esta lo hace después a la compañía aérea, que a su vez lo hará a Aena. Sin embargo, esta cascada de demandas a veces ni siquiera es necesaria. Las agencias pueden retener el pago a las compañías unos días, por lo que si el servicio no se llega a prestar, el pago no se libera, y la agencia devuelve directamente el dinero al cliente que no llegó a viajar.