«Se se fai a conexión a consecuencia é que vai pasar todo o tráfico polo hospital»
César Mosquera
La falta de una conexión sur con la autovía de circunvalación no solo condena a los conductores a coger la circunvalación de Pontevedra en Vilaboa. También deja la ronda sin enganche con la A-57 y la A-59, es decir, sin su salida natural para las comunicaciones con el sur de la provincia.
El propio concejal de Infraestruturas confirmó que se había proyectado conectar el tramo de la ronda Mourente-Salcedo con la autovía de circunvalación a través de Monte Carrasco. Inicialmente, se pensó en hacerlo a través del vial O Pino-Bora, pero finalmente se optó por un ramal específico.
El problema es ahora qué hacer con el tráfico de la ronda que quiera tomar la autovía. Si no hay enlace, todo apunta a que terminará sobrecargado la carretera de Vigo hasta Vilaboa, recorriendo los seis kilómetros de distancia que habrá hasta el siguiente nudo de la autovía.
Además, el nudo de O Pino puede verse sobrecargado por el tránsito que opte por coger la autopista al no poder enlazar con la ronda.
No solo sufrirán los planes del Concello. También los planes de la Xunta para el hospital se verán afectados. El nuevo centro sanitario corre el riesgo de quedar sin enganche a la autovía si finalmente no se hace el nudo de Valadares, pese a que el plan sectorial considera totalmente necesario este enganche. Pero, además, la única solución posible sería canalizar el tráfico de la salida sur de la A-57 por el vial perimetral del nuevo hospital, una solución que el gobierno local considera poco menos que un desastre para preservar la tranquilidad del recinto sanitario.
Además, este vial presenta unos fuertes desniveles que, inevitablemente, ralentizarían la circulación. Desde el Concello se asegura que la solución está en manos de la Xunta. De no encontrarse otra solución, el Gobierno gallego se vería en un dilema: el hospital o una circunvalación sin enlace con la ciudad