Los bares ven los furanchos como reductos donde fumar

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Calculan perder el 80% de los clientes en horario de noche

20 ene 2011 . Actualizado a las 12:08 h.

Nunca el humo del tabaco supo tan amargo a los hosteleros. Solo veinte días después de que la ley acotase el pitillo a los espacios al aire libre, los hosteleros y autónomos de la provincia ven en los furanchos un nuevo peligro, además de las ya estimadas pérdidas económicas del 30%. Los profesionales del sector calculan que la clientela descenderá en torno a un 80% en favor de estos establecimientos, sobre todo en el horario de cena.

Aseguran que desde que entraron en vigor las nuevas restricciones de la ley antitabaco, han recibido en la Asociación Sectorial da provincia de Pontevedra (HOSA) y en la Federación de profesionales y autónomos de Galicia (OAP) numerosas llamadas para que se tomen medidas contra lo que ellos tachan de «competencia desleal». Advierten de que «estos locales están sempre cheos, pois ninguén proíbe fumar e polo tanto os fumadores encontraron o seu lugar para seguir co seu costume».

Aviso a la Xunta

En sendos escritos enviados a la Consellería de Cultura e Turismo y de Sanidade, los representantes del sector piden que se tenga en cuenta el daño económico que pueden suponer estas prácticas. «Ata o de agora estes establecementos camparon como quixeron a calquer nivel legal, falta de licenza, falta de alta na Seguridade Social do dono dos traballadores e falta de condicións sanitarias», reprochan en el documento enviado a la Xunta. Si de un lado, los hosteleros se sienten amenazados por los furanchos, estos últimos quieren defenderse de las acusaciones alegando su legalidad bajo un decreto aprobado en la Xunta del bipartito, aunque reconocen que todavía hay muchos locales ilegales sin licencia.

El presidente de los furanchos en la zona de O Salnés, Antonio Miniño, recalca que la ley antitabaco les afecta de la misma manera que al resto de establecimientos, salvando la diferencia de que la mayoría son espacios al aire libre y ahora esto es un escenario muy jugoso.

Redacción de decreto marco

El decreto por el que se rigen se puso en marcha por el Gobierno bipartito y les permite abrir durante tres meses al año entre el 1 de diciembre y el 30 de junio. Solo pueden vender agua y el excedente de vino de los viñedos que hayan registrado cuando solicitaron la licencia, además de tapas frías.

La Xunta trabaja ahora en la redacción de un nuevo decreto para limar las asperezas del sector y regular la actividad de los furanchos. Desde hace meses cinco consellerías trabajan en la normativa, pero todavía no se ha publicado ni los furancheiros han logrado sentarse con el responsable de Turismo, Ricardo Varela, para dar su opinión. «Hai uns meses que pedimos unha reunión e non temos resposta, como non nos sentemos xa, volveremos a sair a rúa», señala Miniño, que asegura que hay muchos locales que tienen licencia de taberna rural y ponen «o loureiro na porta».