Los carritos buscan su destino

Hugo Amoedo redac.pontevedra@lavoz.es

PONTEVEDRA

25 sep 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Igual que las concentraciones de moteros, como las de Harley Davidson. Por causas mayores Dennis Hopper no estaba en la glorieta de Compostela buscando su destino, pero en su lugar acudieron jóvenes padres, acompañados de sus hijos, para celebrar allí la fiesta de los carritos de coche. Había globos de helio con forma de chupete como regalo para todos aquellos que acudieran a la plaza con carritos para niño. Y los había de todo tipo: de tres ruedas y freno de disco, para gemelos, para hijos únicos, y algún remolque donde el rey de la casa disfrutaba del trayecto enganchado a la bicicleta del progenitor.

Movilidade organizó este encuentro que dejó en manos la empresa de animación sociocultural Barafunda. Míriam, y una decena de animadores vestidos con globoflexia y otros disfraces, simulaban la situación del mar mediante burbujas, grandes globos voladores y bolas gigantes. La simulación acuática terminó cuando los característicos chorros de la glorieta lanzaron su chafarís de agua ante la sorpresa de los encargados y los niños, que tuvieron que continuar con las actividades en el perímetro de la zona de las fuentes. Y después del juego, escuelita. Pero no todo van a ser fiestas, hace falta formación. En Pontevedra el grupo PSN ha inaugurado una nueva escuela infantil, orientada a los vástagos de profesionales universitarios. Cuenta con seis aulas y 78 plazas, y está situada en un edificio histórico de tres plantas localizado en el número 20 de la calle Arzobispo Malvar, en la zona monumental de la ciudad. Bicos es su nombre y dispone de asistencia pediátrica, cocina propia y una enseñanza enfocada hacia la formación, ya no bilingüe, sino trilingüe. Una maravilla.