Asociaciones de la Guardia Civil afirman que en muchos puestos solo hay dos chalecos antibalas

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA/LA VOZ.

PONTEVEDRA

Los afectados dicen que hay que hacer ya una reestructuración geográfica de los cuarteles en la provincia

23 ago 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Un portavoz de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) de Pontevedra, Juan Manuel Oitavén, ha criticado el hecho de que son muchos los puestos del instituto armado que solo disponen de dos chalecos antibalas para la totalidad de sus plantillas. Precisó, asimismo, que el puesto de Covelo, a cuya unidad estaban adscritos los dos agentes tiroteados cuando acudían a un robo con butrón en A Cañiza, se encontraría en esta lista.

Es por ello que, en declaraciones a Radio Voz Pontevedra, insistió en que sería perentorio dotar, «como mínimo», con dos chalecos a todos los vehículos, pero también con linternas.

La situación actual está provocando que si un cuartel tiene operativos dos coches y de otras tantas prendas antibalas, «una de las patrullas sale sin chalecos». Además, en muchos casos, se trata de piezas «antiguas y que te restan movilidad en cuanto te la pones», añadió Juan Manuel Oitavén.

En cualquier caso, el portavoz de la AUGC reconoció que, en cuanto a medios, estos «mejoraron desde hace un par de años, pero se pueden mejorar mucho más». Añadió: «Siempre nos quedamos cortos. Hace dos años las armas reglamentarias que teníamos tenían más años que los guardias que las portaban. Hoy en día tenemos mejores armas reglamentarias».

En cualquier caso, al necesario incremento de medios, la AUGC considera que se debe acometer una reestructuración geográfica de los acuartelamientos. A preguntas del periodista Alfonso González, defendió que «el despliegue de la Guardia Civil está obsoleto. Es de mediados del siglo XX y hay muchos cuarteles pequeños, con pocos efectivos y que no son capaces de cubrir su demarcación».

Reivindicaciones

La respuesta a esta situación por parte de los mandos del instituto armado fue la de rotar patrullas de distintos puestos con el objetivo de cubrir el ámbito territorial de todos los cuarteles afectados. «Eso, hoy en día, es insostenible. Así no se puede dar una seguridad ciudadana de calidad», remarcó el dirigente de la AUGC.

En su opinión, el instituto armado debería orientarse a la constitución de cuarteles grandes «que sean capaces de sacar, como mínimo, dos patrullas por turno».

Oitavén se refirió a la emboscada a dos compañeros en A Cañiza, uno de los cuales falleció como consecuencia de los disparos de unos delincuentes. «Igual hubiese muerto el compañero, pero si tuviesen una patrulla que los pudiese apoyar, supongo que los cacos se lo pensarían antes de disparar», sostuvo.

El portavoz de la Asociación Unificada dirigió sus dardos hacia la clase política, cuyos integrantes «tienen que desengañarse y dejarse de mentir a la población». Oitavén precisó: «Con un cuartel pequeño no le están dando seguridad a sus ciudadanos. Lo importante es que haya patrullas en la calle. A mí qué me importa tener un cuartel a cinco minutos si no tengo a nadie que lo atienda».

Similares argumentos han sido empleados por la Asociación Profesional de Cabos y Guardias (APGC), colectivo que, a través de su secretario general Javier Martínez, ha exigido la dimisión del subdelegado del Gobierno en Pontevedra. Sostiene que Delfín Fernández es el máximo responsable, a nivel provincial, del instituto armado, por lo que es a él a quien «pedimos responsabilidades por la falta de personal».

«Sarta de mentiras»

La gota que colmó el vaso de la paciencia de este colectivo fueron unas declaraciones del director general del instituto armado, que no dudan en calificar de «sarta de mentiras», realizadas tras el reciente entierro del guardia civil Miguel Jorge Piñeiro. «Tienen el atrevimiento de presentarse al funeral de un guardia civil, muerto en acto de servicio, y afirmar ante los medios de comunicación que la Guardia Civil, ''aumentó su plantilla en un 30% en los últimos años'' como contestación a las peticiones de incremento de medios que hizo públicamente la viuda de nuestro compañero», recalcó.

La Asociación Profesional coincide con la AUGC a la hora de cuestionar la seguridad ciudadana en Pontevedra, dado que se dispone de «poco personal para demarcaciones muy extensa». Esta situación está provocando que un misma patrulla de dos agentes tenga que cubrir «tres o cuatro ayuntamientos», con el añadido de que «no conoce, en muchas ocasiones, las zonas que vigila».

Ante esta tesitura, Martínez entiende que «las autoridades deben asumir de inmediato un nuevo despliegue territorial para la Guardia Civil», dado que en la provincia «sobran cuarteles, unidades burocráticas, destinos de albañilería, electricidad, etc... y colocar más personal en la calle que es donde debe estar el guardia civil».