La llegada a tierra del pesquero Nueva Yolanda causó ayer sensación en el puerto de Bueu, al traer atada a un cabo una tortuga laúd de más de 300 kilos de peso. El animal fue capturado accidentalmente al liarse con un aparejo de nasas y murió. Los buenenses la encontraron flotando en el mar y la remolcaron hasta tierra, donde fue la noticia más comentada en los corrillos de la localidad ante lo excepcional del hallazgo y de sus dimensiones.
La tortuga laúd (Dermochelys coriacea) resultó ser una hembra y medía 1,8 metros de largo. Su peso se estima en unos trescientos kilos porque excedió la capacidad de la báscula de la cofradía de pescadoras. El presidente del Cemma, Alfredo López, explicó que el animal será retirado por agentes medioambientales de la Xunta, que probablemente la incinerarán. Esta especie carece de una concha dura, por lo que su preservación disecada es muy compleja, según aseguró López. Solo dos lugares de Galicia, el acuario de O Grove y la Universidad de Santiago, tienen un ejemplar disecado de este animal. Los técnicos del Cemma se desplazaron hasta Bueu para tomar muestras y planificar la retirada del cuerpo. En diez años, esta asociación ecologista registró el avistamiento o varamiento de 58 ejemplares de esta especie en Galicia.