Uno de los grandes golpes contra la pornografía infantil llega a los juzgados de Pontevedra

PONTEVEDRA

13 mar 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La operación Cerbero fue considerada en marzo del 2005 como el mayor golpe mundial contra la difusión de pornografía infantil por Internet. Todo nació de una denuncia interpuesta ante la Guardia Civil de Caldas y permitió la detención, solo en España, de diecinueve personas.

A lo largo de estos años, los juicios se han ido sucediendo en distintas partes del territorio nacional. Este martes por la mañana le toca el turno a Pontevedra.

El burgalés Luis Alfonso G.P., de 50 años, será el primero de los arrestados en el marco de esta investigación que comparezca ante un juez en la ciudad del Lérez. Y es que en el caso del único pontevedrés detenido por un delito de posesión de pornografía infantil no fue preciso que se sentara en el banquillo de los acusados, toda vez que aceptó un año y medio de cárcel en el transcurso de la instrucción del procedimiento judicial.

En su escrito de acusación, el fiscal del servicio de Criminalidad Informática no solo solicita un año de prisión para Luis Alfonso, sino que considera que «deberá ser condenado a la pena de inhabilitación especial para empleo, cargo público o ejercicio de cualquier oficio o profesión que pueda tener relación con menores».

Hechos imputados

El representante del ministerio público recuerda que la investigación comenzó el 24 de enero del 2005 y se centró en un chat de Internet que utilizaba su nombre como reclamo: Fotos P2filia menores y mayores de 40. Su finalidad no era otra que la del intercambio entre los usuarios de archivos de contenido sexualmente explicito y protagonizados por adolescentes y niños.

Los agentes de la unidad orgánica de policía judicial de la Comandancia de Pontevedra apenas tardaron cuarenta y ocho horas en establecer que bajo el apodo de Carcoma se ocultaba, supuestamente, el encausado. Asimismo, a través de su dirección de IP, «había colgado en el mencionado chat el archivo fotográfico que con el nombre aug_010 representaba a dos menores de edad prepúberes desnudas».

Con estas informaciones, el juzgado número dos de Caldas dictó el 16 de marzo una orden de entrada y registro del domicilio del sospechoso. De este modo, se le intervino en su casa de Villalbilla, en Burgos, un ordenador personal y diverso material informático de su propiedad y que habitualmente utilizaba, siempre según el fiscal.

Los análisis posteriores realizados por los agentes del instituto armado pusieron de manifiesto que Luis Alfonso, «con ánimo de atentar contra la libertad e indemnidad sexual de la infancia», tenía almacenados diversos archivos fotográficos y videográficos. En todos los casos, en las imágenes aparecían menores de edad «en actitudes sexualmente explícitas» e, incluso, «manteniendo relaciones sexuales entre sí».