Ponte Sampaio recupera A Insuíña para disfrute público

Ch. L.

PONTEVEDRA

05 mar 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La parroquia de Ponte Sampaio recupera para uso público A Insuíña, la isla del pintor Antonio Medal de la que decía «pequeniña, pero miña». El secretario general del Mar inaugura hoy las actuaciones llevadas a cabo en el islote que antaño albergara tertulias de intelectuales como Asorey, Laxeiro, Castelao, Valle Inclán, Manuel Quiroga o Ramón Cabanillas, entre otros muchos.

Juan Carlos Martín Fragueiro, secretario general del Mar del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, asiste a la inauguración, hoy, a las 16.30 horas, en un acto en el que se presentarán las actuaciones realizadas. También asistirán el alcalde y otros concejales, además del delegado del Gobierno en Galicia, Antón Louro, y el subdelegado, Delfín Álvarez.

Con esta inauguración se cumple una vieja reivindicación de los vecinos de Ponte Sampaio, que, desde la asociación Santa María, impulsaron las conversaciones con la viuda de Medal, ya desaparecida, y los demás herederos para facilitar la compra del islote por el Gobierno. En el año 2007 se acordó la declaración de utilidad pública de la isla y un año más tarde, el Ministerio de Medio Ambiente la adquirió por 184.104 euros. Luego, se acometió su acondicionamiento y restauración, con un presupuesto de más de 550.000 euros.

A Insuiña, situada en la margen derecha de la desembocadura del río Verdugo, tiene una extensión de 3.810 metros cuadrados y tiene elementos arquitectónicos singulares, como un palomar, un horreo, bancos de piedra, puente levadizo y lo que quizás sea su elementos más representativo, un cenador con la mesa diseñada por el propio pintor Medal. Todo el recinto está rodeado por un muro de piedra con almenas.

El presidente de la asociación vecinal, José Manuel García, se congratula de la obra e indicó que «esta jornada será un día grande para todo el pueblo de Ponte Sampaio». Además, mostró su agradecimiento a todas las partes que intervinieron en que ese deseo se vea hecho realidad.