Esdemga vuelve a Cibeles

Elena Larriba redac@lavoz.es

PONTEVEDRA

17 sep 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Los Estudios Superiores en Diseño Textil e Moda de Galicia (Esdemga), con sede en el campus de Pontevedra, siguen demostrando que son una cantera de profesionales con una sólida preparación teórica y técnica y una gran creatividad. Por cuarta vez en dos años, alumnas y ex alumnas de esta escuela han vuelto a ser seleccionados para participar en la octava edición de El Ego, desfile para creadores noveles de la pasarela Cibeles Madrid Fashion Week. Amai Rodríguez, titulada de la primera promoción de Esdemga, Marta Montoto y Ana Pérez Valdés, estas dos últimas de la segunda promoción, presentarán mañana, viernes, sus propuestas en esta plataforma de nuevos diseñadores.

Tanto Amai Rodríguez como Marta Montoto tienen experiencia en estas lides. Los estilismos de Amai ya estuvieron en la quinta edición de El Ego de Cibeles celebrada en enero del 2008, junto con los de Menchu Mora y Alba Blanco, también de la escuela pontevedresa. Por su parte, Marta participó en la séptima edición de ese desfile en marzo de 2009. Ana Pérez, en cambio, acude por primera vez a la pasarela madrileña bajo el nombre Valdnad.

La valía de estas jóvenes diseñadoras ya se pudo apreciar cuando un jurado de expertos reconoció su trabajo en la carrera. Amai fue galardonada con el premio Fin de Estudos en la pasarela de Esdemga Debut 07. La teatralidad y el surrealismo fueron entonces la clave de sus diseños, que puso en escena con modelos con cabeza de asno y un estilismo que ella definió como una especie de romanticismo en ruinas, inspirado en la ciudad de Londres y el museo Sir John Soane.

Marta obtuvo también el premio fin de carrera de su promoción en Debut 08, con unos estilismos inspirados en el film Les enfants terribles de Juan Pierre Melville y Jean Cocteau. Con esta colección ampliada acudió también en febrero pasado a El Ego. En su primera aparición en Cibeles presentó dieciséis estilismos, todos ellos masculinos y con el tejido de punto como principal materia prima. No en vano, pertenece a la tercera generación de Montoto, la firma de Lalín especializada en punto.

La colección que Marta Montoto presentará esta vez en El Ego lleva por título Cachacascán, un proyecto inspirado en la estética de las películas mexicanas de luchadores de los años 60 y 70. Y una vez más, el punto será el tejido estrella de sus prendas, pero dando cabida también a otros materiales como la piel. En el caso de Amai, sus propuestas se sumergen en aires de juventud y fiesta. Su inspiración en esta ocasión es la obra del artista chileno, Víctor Castillo, y repetirá con una puesta en escena «muy teatral, colorista y barroca, con muchas prendas teñidas a mano y zapatos customizados», según ella misma explicó. En cuando a la colección Valdnad, firma de Ana Pérez Valdés, lleva por título Citius, altius, fortius y parte del proyecto que presentó en Debut 08 sobre el documental Olimpia de Leni Riefenstahl y los Juegos Olímpicos que los nazis emplearon como medio de propaganda. Sus diseños desarrollan el estilo deportivo de los años 30 y del período de posguerra, con prendas elaboradas de forma muy artesanal y un toque futurista gracias a materiales como el cobre el cristal o el metacrilato. Las tres llevan meses cosiendo. Amai y Marta dicen estar «más nerviosas que la primera vez». Y Ana reconoce el peso de la responsabilidad ante la gran oportunidad que se les presenta para que se conozca su trabajo. Un par de siglos. El que debe estar encantado con el buen hacer de su paisana Marta Montoto, es el alcalde de Lalín, José Crespo, aunque sus diseños no se inspiren en las túnicas romanas. Y es que el político dezano y vicepresidente de la Diputación acercó ayer notablemente la época romana a nuestro tiempo al referirse a Poncio Pilatos como un personaje de hace «dos séculos», es decir, del siglo XIX. Sigue así la tónica de la casa de actualizar obras y monumentos romanos, ya que no hace mucho el propio presidente de la institución habló de una vía romana «do século XIX». Son lapsus que hacen perder la noción del tiempo.