Vilariño celebra su Festa do labrego más multitudinaria

PONTEVEDRA

01 jun 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Bajo un sol de justicia, la parroquia cambadesa de Vilariño celebró ayer su edición número 28 de la Festa do labrego, la que sin duda, ha sido la más multitudinaria de todas las desarrolladas hasta el momento y que ha sido calificada por los miembros de la organización de «apoteósica».

Muchos fueron los visitantes que se acercaron, desde primera hora de la mañana, al campo de la fiesta para acompañar a la comitiva del desfile de carros do país, tractores, caballos y carrozas. Hubo premios para todas las categorías, dado que uno de los grandes objetivos era el de dilucidar cuál era el tractor y el carro mejor ornamentados.

Hubo animación musical durante toda la jornada con la Banda municipal de Ribadumia, el grupo Bou de Bou, Os Cruceiros de Tremoedo y Os Carballeiras de Barrantes y el broche final fue la verbena de la orquesta Gran Parada. Además, la parte lúdica se entremezcló con la gastronómica, porque se repartieron unos 500 kilos de chorizo y otros 1.500 de pan maíz.

Entre las novedades de esta edición destacó el concurso de pintura y una exhibición de aves rapaces. A estas actividades se sumaron los juegos populares de cada año y una muestra de vacas y caballos.

Festa da troita

Las 25.000 truchas puestas a la venta en el stand de degustación de la Festa da troita de Ponte Caldelas, que ayer celebró su 43 edición, se consumieron rápidamente, en una jornada que batió las mejores expectativas.

El buen tiempo, lejos de provocar que menguase la afluencia de visitantes, atrajo a miles de personas que durante toda la jornada se acercaron a la villa del Verdugo con el pretexto de la cita gastronómica.

Las raciones de trucha despachadas en la alameda se vendieron a 3 euros, e incluían cuatro pescados, pan y una taza de vino, todo ello con platos y bolsas reciclables para depositar los residuos en el punto limpio habilitado por la organización. La mayor pieza que se pudo recoger para la fiesta fue mérito de Fernando Muñoz Cantero.