El bipartito que gobierna Vilagarcía se enfrenta dividido al pleno sobre los fondos anticrisis
PONTEVEDRA
La coalición PSOE-BNG que gobierna Vilagarcía en minoría (juntos suman 10 de los 21 concejales de la corporación, uno por debajo de la mayoría absoluta) se enfrenta hoy al pleno más complicado desde el inicio del actual mandato. Se trata de una sesión extraordinaria, forzada por Izquierda Unida y respaldada por los nacionalistas, para abordar la distribución de los fondos de inversión estatal que ha propuesto el grupo socialista, mayoritario en el gobierno. Ambos socios, por lo tanto, llegan divididos a este crucial debate. De hecho, el Concello ha remitido ya a la Subdelegación del Gobierno un plan de inversión de los 6,5 millones de euros que corresponden al municipio arousano. Este diseño fue aprobado por la junta de gobierno con el voto favorable de los siete ediles del PSOE, mientras los tres del Bloque se abstenían.
El caballo de batalla es la exigencia de la asociación de vecinos de Rubiáns de acometer la reforma de la plaza de O Souto a cargo de los fondos anticrisis. El colectivo, que asegura que su parroquia se ve discriminada en el reparto diseñado por los socialistas, colapsó el sábado el centro de Vilagarcía con una caravana de protesta formada por una treintena de automóviles.