La dura realidad hipotecaria y las dificultades económicas provocadas por la crisis financiera están acercando el mercado inmobiliario español, y por ende al de la provincia, al de otros países europeos, en los que el alquiler de una vivienda es la fórmula más habitual para independizarse u organizarse la vida, como sucede, por ejemplo, en Alemania.
Además, la inseguridad laboral derivada de las crisis que se ha instalado en gran parte de los sectores productivos con un importante calado en el tejido economómico pontevedrés o las dificultades para obtener financiación hipotecaria, también están transformando el perfil de los firmantes de un contrato inmobiliario. Si antes las personas que tradicionalmente recurrían al alquiler se encontraban en una franja de edad de entre los 20 y los 30 años, ahora, esta se ha ampliado hasta los 40.
Pero no todo iba a ser negativo. Porque quienes estén dispuestos a arrendar un piso, un apartamento o cualquier otro tipo de inmueble, tienen en este momento muchas más facilidades y ofertas de las que tenían hace apenas un año. Buscar un inmueble en régimen de alquiler en condiciones y a un precio razonable era prácticamente imposible meses atrás. Una saturada oferta de casas en venta se imponía frente a una escasa bolsa inmobiliaria de alquileres.
Pero las tornas han cambiado. Si en todo el país las ofertas de viviendas en alquiler se ha triplicado, en Pontevedra también ha crecido sustancialmente dicha oferta.
Según un informe elaborado por uno de los portales inmobiliarios líderes en el mercado, fotocasa.es, la oferta de viviendas que se arriendan actualmente ha aumentado en esta provincia un 205%, unos puntos por debajo de lo que lo ha hecho otra de las provincias más activas de Galicia a nivel inmobiliario, A Coruña, donde el crecimiento de esta oferta se sitúa en un 230%.
Ambas provincias están más o menos en la media del mercado español a este respecto. El mayor aumento de la bolsa de alquiler se ha producido en Granada, con un crecimiento del 401%, y el menor, en Cantabria, con un 87%, un porcentaje por otra parte nada desdeñable. Para tener una visión más amplia del mercado, también es importante conocer que el crecimiento que se da en Pontevedra con respecto a este cambio de tendencia en el mercado supera, por ejemplo al de Madrid y Barcelona en números relativos, con un aumento del 150% y 136%, respectivamente.
Cambio de cartel
Pero, ¿qué ocurre en esta ciudad? Basta darse una vuelta por ella para ver que salta a la vista el cambio del mercado inmobiliario. Ante la caída de las ventas y el aumento de la demanda, muchos propietarios han decidido cambiar el cartel de «se vende» por el de «se alquila».
En concreto, el portal que ha realizado este estudio, fotocasa.es, ofrece un total de 756 viviendas en toda la provincia y 267 entre Pontevedra, Poio, Sanxenxo y Marín. Pero no es el único. Sin salir de la web, una vía cada vez más utilizada para hacerse con un techo bajo el que dormir, en portae.com, por ejemplo, se encuentra un menor número de ofertas, aunque se acercan a las doscientas. Solo en Pontevedra capital ofrece 18 inmuebles.
Y ¿qué ocurre con los precios? Están más o menos estabilizados, según aseguran fuentes del sector. Una mayor oferta no ha hecho sin embargo que bajen. Pero, hay para todos los bolsillos.
Otra de las webs que se dedican al mercado inmobiliario, enalquiler.com, ofrece, por ejemplo, un piso de 90 metros cuadrados, de tres habitaciones en San Salvador de Poio, por 490 euros al mes. Otra oferta, en este caso más elevada, la hace Portae.com, con un piso de 130 metros cuadrados en As Corbaceiras, con cuatro habitaciones y dos baños, por 700 euros al mes. Para las personas que prefieran una vivienda unifamiliar y no quieran o no puedan acceder a una hipoteca, otro ejemplo es un chalé unifamiliar por mil euros al mes que se alquila en Vilaboa.
¿Qué ocurre en el resto del país? Más o menos lo mismo que en Pontevedra. Aunque en la ciudad del Lérez no se alcanza el nivel de precios y, se supone que de calidad de vivienda, como ocurre por ejemplo en Puerta de Hierro, un emblemático barrio madrileño, donde se puede ser vecino de Isabel Preysler por 20.000 euros al mes.¡