Los penaltis vuelven a cruzarse en la carrera de Aranzubia

P.?J.?B.

PONTEVEDRA

04 oct 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Los tres penaltis detenidos por Aranzubia frente al Brann suponen el regreso al primer plano de un guardameta que nunca se había ido. En realidad, la suerte (o no) en los lanzamientos desde el punto fatídico marcan su trayectoria. Como promesa su nombre fue siempre emparejado al de Iker Casillas, pero con el madridista en una inusual condición de suplente.

En el Mundial sub-20 de Nigeria, en 1999, el canterano del Athletic de Bilbao (Logroño, 1979) se situaba bajo palos tras una fenomenal primera fase, cuando solo encajó un gol contra Honduras tras las victorias frente a Brasil y Zambia. Pero una sanción por tarjetas le dio la oportunidad a Casillas de jugar contra Ghana en cuartos de final. Su gran actuación, y sobre todo sus determinantes paradas en la tanda decisiva, que darían el pase a semifinales a España, marcaron un antes y un después en la carrera del madridista... Y también en la de su compañero.

Aranzubia recuperó su puesto en semifinales contra Mali y también jugó la final que dio el título mundial contra Japón, pero Casillas ya se había convertido en el favorito de la opinión pública, encumbrado como uno de los héroes de aquella generación de oro y avalado por su indiscutible calidad. El caso es que aquellos penaltis le hurtaron el respaldo y la confianza que precisa una joven promesa para triunfar. Este verano nadie lamentó su marcha por la puerta de atrás de San Mamés. Otras penas máximas le pueden abrir ahora una etapa dorada en el Deportivo.

Contra Lotina

Aunque el meta rechace que sea su especialidad -«no soy un parapenaltis», afirma-, su acierto contra el Brann seguro que devolvió a Lotina un recuerdo amargo de su etapa en el banquillo de la Real Sociedad. El entrenador de Meñaca dirigía al equipo donostiarra en el último derbi vasco disputado en Anoeta, en enero del 2007, cuando Aranzubia detuvo un penalti a Xabi Prieto, uno de los mayores especialistas del fútbol español. «Los porteros siempre intentamos poner nervioso al lanzador», reveló al término de un encuentro en que el Athletic venció por 2-0. La Real acabó esa temporada en Segunda.

Pese a sus palabras, el actual jugador deportivista también detuvo dos al Valencia, uno en Mestalla y otro en San Mamés, así como otro más el año pasado en la Copa del Rey contra el Espanyol. Cuentan que fue la última vez que se le vio reír con ganas en las filas del Athletic. Yeste y Del Horno corrieron a felicitarle cuando Torrejón falló su lanzamiento y el Athletic se clasificó para cuartos de final. En realidad, el riojano no había detenido ninguno (Lola tiró desviado y el decisivo se estrelló en el poste), pero los penaltis volvieron a hacer justicia a Aranzubia.