José Gómez superó a Benito Varela por milésimas en la Subida á Escusa

Tino Rascado

PONTEVEDRA

15 sep 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

José Antonio Gómez, con un Fórmula Outeda, se proclamó vencedor en la IX Subida á Escusa que se celebró en la mañana de ayer en Poio. El piloto de la escudería Outeda Racing empleó un tiempo de 2:04.341 en cubrir los 3.700 metros de subida, con una media de 115.81 kilómetros por hora.

La segunda plaza fue para Benito Varela, del Dicode Motor Sport, que mantuvo un mano a mano espectacular con el vencedor. 427 milésimas de segundo separaron a ambos pilotos, que se encontraron con la oposición de Miguel Paredes. El piloto de la escudería A Roda con un Speed BFR con el que cubrió la distancia a 501 centésimas de segundo del vencedor.

Mientras, Benito Varela, otro de los aspirantes al triunfo, tuvo problemas mecánicos y tuvo que conformarse con la cuarta plaza.

En el grupo P de carrozados se impuso José Silvino Pires, de la Escudería As Burgas, con un Ford Escort. Empleó un tiempo de 2:15.580, a una media de 106,49 kilómetros hora. El segundo puesto fue para Diego Gómez, de la escudería A Roda , con un Mitsubishi EVO VII, copando la tercera posición Manuel Senra, del Senra Motor, con su Peugeot 306.

Después de los distintos contratiempos mecánicos que han tenido varias de las mujeres que participaron el pasado fin de semana en el rali San Froilán, ayer solo acudió a la cita de Poio Tania Fraga, de la escudería Campo Lameiro Racing, con un Renault 3 GT Turbo.

En la categoría de históricos se llevó la victoria Juan Carlos Encinas, del Troncomóvil Sport, con un Simca 1000. Lo consiguió con una media de 97,32 km/h. Juan José Gómez fue segundo, con un Ford Escort MK y tercero José Luis Estévez, con un Seat 1430.

Aunque resulta imposible realizar una estimación aproximada del número de aficionados, a pie de asfalto se comentaba en a ambos lados de la carretera que sube al monte de A Escusa podrían estar entre 8.000 y 10.000 espectadores siguiendo con mucho interés el desarrollo de la carrera.

La subida, que se caracteriza por ser una prueba bastante técnica y muy rápida. A pesar de la alta velocidad que alcanzaron los vehículos, el vencedor de la carrera hizo una media de 115,81 kilómetros por hora, no hubo que lamentar ningún accidente más allá de algún trompo y algún golpe contra un talud.

Manuel Esperón, vicepresidente de la Escudería Salnés Motor, y alma máter de esta subida, se mostró muy satisfecho por cómo se desarrollo.