Cirugía para unos renovados 50

María Conde maria.conde@lavoz.es

PONTEVEDRA

16 ene 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

«Queremos llegar con la cirugía estética completa a los cincuenta». De momento, van por el 42, pero esta es la meta, mencionada por su director, José María de Cabo, con la que el Hotel Rías Bajas ha emprendido este mes una nueva reforma interior que lo mantendrá cerrado hasta principios del próximo febrero. El responsable del establecimiento recordó que en los últimos años se han ido realizando distintas reformas, aunque quizá la actual es de las más ambiciosas. De hecho, desde el exterior del hotel puede comprobarse, por ejemplo, que el lobby (vestíbulo y salón de la planta baja) va a experimentar un profundo cambio, que ha incluido el derribo de tabiques. Pero además, se está renovando la carpintería en las cien habitaciones con que cuenta este hotel de tres estrellas, así como la moqueta y también algunos baños. El director especificó que ninguno de los cambios tiene que ver con una modificación de la categoría del hotel y que tampoco se añadirán nuevos servicios. «Hay gente obsesionada con las estrellas y el problema no son las estrellas -comenta De Cabo-. Existen establecimientos de cinco estrellas que se han quedado desfasados y otros que tienen dos que están muy bien. La calificación es una historia completamente distinta. Lo que buscamos aquí es el confort del cliente, que el hotel, independientemente de las estrellas, tenga unas prestaciones, un cuidado, y que no se deje morir. En cuanto a nuevos servicios, el espacio es el que tiene, no se puede hacer más».

El Rías Bajas es el segundo hotel más antiguo de la ciudad pontevedresa, después del Parador Casa do Barón. Este último establecimiento tuvo su apertura oficial en 1955 y el Rías Bajas, diez años más tarde. En julio del 65 Matías de Cabo Briones iniciaba una saga familiar que ahora -desde el año 1978- continúa su hijo José María, quien espera llegar a la «cuarta generación». Desde que abrió, el hotel cuenta con cien habitaciones, para un total de 185 plazas. Tampoco ha variado la estructura del establecimiento, aunque se han hecho anteriores cirugías, en el argot del director, «porque año tras año lo que tienes que hacer es ofrecer un mejor servicio y mejores prestaciones».

A lo largo de estos 42 años la lista de visitantes ilustres del Rías Bajas ha sido muy larga. Pero sin duda, de las más sonadas es la del grupo musical Hombres G, que a mediados de los 80 provocó mucho más que un revuelo en las instalaciones. Las enloquecidas fans del conjunto madrileño a punto estuvieron, como recuerda De Cabo, «de romper todas las puertas» y la aglomeración fue tal que hubo que llamar a la policía para controlarla, mientras que los Hombres G fueron sacados del hotel por la puerta de servicio para conducirles a su concierto. Curiosamente, años antes Los Pecos también habían suscitado una enorme expectación, pero nada comparado con los ahora recuperados G. Siguiendo en el mundo de la música, Mike Oldfield también estuvo hospedado en este establecimiento pontevedrés, al igual que otros conocidos cantantes y grupos españoles, como Joaquín Sabina, Miguel Ríos, Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Barón Rojo, y, con anterioridad, artistas como Rocío Jurado, el Dúo Dinámico o Ángela Carrasco.

El Rías Bajas era también desde 1965 y hasta aproximadamente el 2000 el hotel donde se hospedaban los toreros que participaban año tras año en la feria de la Peregrina. De ellos, De Cabo recuerda sobre todo a Manuel Benítez, El Cordobés, «porque además era de Córdoba y mi tío había sido gobernador allí», así como a Palomo Linares, El Litri o Enrique Ponce. Por otro lado, el hotel sirvió también como plató de cine, concretamente para una de las escenas de Botón de ancla, protagonizada por Fernando Fernán Gómez, que se grabó en una suite. Otros actores que pasaron por el Rías Bajas fueron José Bódalo, Charo López o Emma Suárez, cuando rodó una serie de televisión cerca de Pontevedra. Y de la farándula al fútbol. En la época en que comenzaba a gestarse el Hai que roelo, el hotel recibió la visita del equipo del Real Madrid, que también entonces era galáctico. Incluso más...

Y a punto de cambiar está también el centro médico de Adeslas, que en la primera quincena de febrero se trasladará de su sede de la calle Castelao a la nueva en la plaza de Barcelos, según ha comenzado a informar la aseguradora médica a sus asociados. El nuevo centro cuenta con una superficie de 700 metros cuadrados, mientras que el actual se destinará a una clínica dental, que se prevé que esté operativa en el segundo trimestre de este año.