Tercer pasillo ruidoso en el valle del Tomeza

La Voz

PONTEVEDRA

13 ene 2007 . Actualizado a las 06:00 h.

La nueva línea de Pontevedra a Vigo va a suponer la revalorización de gran parte de las propiedades asentadas en las poblaciones a las que dará servicio el ferrocarril. Pero no todo serán ventajas con la nueva línea del AVE entre Pontevedra y Vilaboa. El valle del Tomeza soportará con el futuro ferrocarril una tercera fuente de ruidos a añadir a las que ahora representan la autopista y la carretera N-550. La posibilidad de que el paso del AVE perturbe la tradicional tranquilidad de la zona ya fue contemplada en su día por el Ministerio de Medio Ambiente, aunque sin aportar grandes concreciones en los 28 meses que tuvo parada la línea (Ver La Voz del 16 de julio del 2005). El departamento dirigido por Cristina Narbona se limitó a declarar zonas sensibles una serie de subtramos, entre ellos, los cinco kilómetros de Figueirido a Pontevedra, proyectados a cielo abierto en su práctica totalidad y en los que se ordenó a los técnicos que pegasen el trazado a la vía actual. Al final, todo se fía a un estudio acústico que acompaña al proyecto y que contiene una predicción ajustada de los niveles de ruido. Allí donde se considere excesivo deberán instalarse pantallas, muros o losas flotantes antivibratorias. Los objetivos de calidad acústica oscilan entre los 55 decibelios de las áreas sanitarias y los 75 de zonas de carreteras durante el día.