En dos minutos | Fernando Díez Estella
13 jul 2006 . Actualizado a las 07:00 h.Fernando Díez Estella intervendrá hoy en el curso de la UIMP sobre El presente y el futuro del sistema comunitario y español de defensa de la competencia abordando «la aplicación de la ley de competencia desleal, que es un orden civil, por los organismos de defensa de la competencia, que es del orden administrativo». -¿Hay más casos de lo que uno se imagina? -Hay muchos. Ha sido conocido recientemente el auto de un juez Mercantil en relación con Federico Jiménez Losantos y sus afirmaciones sobre ABC, también hoy mismo [por ayer] salía en los medios el tema de la guerra del cava entre Freixenet y Codorníu... La competencia no siempre brilla por su elegancia, su justicia o su lealtad. Y esto es lo que la ley quiere evitar. -La competencia desleal redunda en el consumidor. -Exactamente. Cuando hay falta de información, de transparencia o engaño se dice que se perjudica a tres niveles: al mercado, al competidor, y, al final, al consumidor. -¿Cuál es la situación actual? -Estamos en un proceso de mayor reconocimiento de los derechos de los usuarios. Escándalos recientes, como Afinsa o Fórum Filatélico, demuestran que el derecho protege al consumidor. Al integrarse este ámbito, que es civil, con el administrativo da lugar a conflictos, que, en parte, son los que venimos aquí a estudiar y resolver. -¿Qué flecos tiene la Ley de Competencia? -España, ahora mismo, atraviesa un proceso de reforma. Hay un anteproyecto que será enviado a las Cortes y la creación de organismos autonómicos, como el tribunal gallego, y las legislaciones europeas hace que las herramientas se estén perfeccionando, sean cada vez más sutiles, pero, por la multiplicidad de órganos que aplican el Derecho, hay contradicciones. Hay un juez que dice una cosa y otro la contraria, y el consumidor sale perjudicado. No hay seguridad jurídica, ni coherencia en el sistema. -¿Y una solución? -Arbitrar órganos que resuelvan conflictos, que ya existen, y que los jueces estén bien formados. -Y las grandes empresas, ¿cómo se sitúan? -En Estados Unidos el antitrust lleva casi un siglo, mientras que en España es muy novedoso. Todos pensamos que falta cultura de la competencia porque todavía hay empresas, sobre todo las grandes, que utilizan su poder de mercado para abusar del consumidor. La Comisión Europea ha impuesto a Microsoft otra multa de 280 millones de euros por monopolio. -Sin embargo, en ocasiones se tiene la sensación de que les compensa pagar las sanciones que corregir sus prácticas. -Depende del tamaño. A Microsoft, por volumen de negocios y beneficios en Europa y creo que ellos mismos lo admiten, les importa poquito la multa. Es un contratiempo contable.