Medio Ambiente elimina su último veto al TAV Pontevedra-Santiago

A. Castroverde PONTEVEDRA

PONTEVEDRA

El PP asegura que el Eje Atlántico de alta velocidad se demorará hasta el 2011 El tramo de Cerponzóns era el único pendiente de declaración de impacto

11 abr 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

El largo túnel en el que se vio sumido el Eje Atlántico de alta velocidad a su paso por el Ministerio de Medio Ambiente toca a su fin. Las declaraciones de Cristina Narbona (ver La Voz de ayer) dando vía libre a la declaración de impacto del tramo Pontevedra-A Portela (incluido el tramo hasta Cerponzóns) suponen la desaparición del último obstáculo para construir la línea Pontevedra-Santiago. Medio Ambiente mantuvo paralizados durante tres años los tramos Padrón-Vilagarcía y Pontevedra-A Portela sin que ningún representante del Gobierno haya explicado a fondo los motivos de tanta lentitud. Este retraso fue objeto ayer de críticas por parte de la oposición. Carlos Negreira, portavoz del PP en materia de Infraestructuras en el Parlamento gallego, vaticinó que el Eje Atlántico de Alta Velocidad no estará concluido hasta el 2011. Si en el tramo Vilagarcía-Padrón, de 26 kilómetros, Medio Ambiente se enzarzó con la Xunta en una batalla documental a propósito del LIC del Ulla-Umia, en el tramo Pontevedra-A Portela la demora estuvo motivada por la variación del trazado primitivo, objeto de protestas por parte de distintos colectivos pontevedreses. Este trazado pasaba a escasos metros de A Illa das Esculturas en A Xunqueira de Lérez y llevaba un viaducto de un kilómetro en A Xunqueira de Alba. Desde marzo del 2003 El 4 de marzo del 2003, Fomento solicitó la declaración de impacto a Medio Ambiente. Este último departamento, atendiendo a las alegaciones, obligó a Fomento a variar el trazado. Pero en este maniobra ha consumido nada menos que tres años, unos plazos que contrastan con la agilidad con que se están dictaminando otros tramos de autovías y alta velocidad. El tramo que suscitó una tardanza de tres años por parte de Medio Ambiente y Fomento es de sólo 5,8 kilómetros, los comprendidos entre la calle Joaquín Costa y San Vicente de Cerponzóns. Al final, el inicio de la salida urbana de Pontevedra irá por donde estaba previsto hasta pasar A Seca, donde finalmente se cubrirá la trinchera del ferrocarril. Antes de llegar al río, la vía de alta velocidad se separará unos 40 metros a la izquierda de la actual para ejecutar un nuevo viaducto de unos 180 metros sobre el Lérez, más próximo de lo previsto en principio al que ahora existe, a fin de alejar el trazado de A Illa das Esculturas. El TAV pasará luego en túnel por debajo de Pedra Picada unos 600 metros, si bien a la salida del mismo -en el kilómetro 3,100- afectará a dos casas unifamiliares pegadas a la vía actual. Entre Ferreira y San Caetano, el AVE se ciñe al trazado actual a la hora de duplicar las vías (500 metros por el lado izquierdo y 800 por el derecho). Recorta así las afecciones sobre viviendas, aunque a costa de bajar la velocidad a 100 kilómetros por hora. Posteriormente, se aleja de la vía actual hasta llegar al kilómetro 5,1 con un nuevo puente sobre el Rons sin afectar al actual. Desde el kilómetro 5,5 al 5,8 se utiliza el lado derecho de la plataforma para alojar la segunda vía.