HEMEROTECA Borges llega a España para recibir, con Gerardo Diego, el Premio Cervantes

Carlos Fernández A CORUÑA

PONTEVEDRA

SUCEDIÓ EN 1980

20 abr 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

Instituido por el Ministerio de Cultura el Premio Miguel de Cervantes de Literatura, resultaba lógico que uno de los primeros se le concediese al escritor argentino Jorge Luis Borges. Así se hizo, pero con reparo, pues se le obligó a compartirlo con el poeta Gerardo Diego, cuando lo lógico es que se hubiese esperado al año siguiente y haberlo hecho de forma individual. En la segunda quincena de abril de 1980, Borges llegaba a Madrid con la mano tendida. En el aeropuerto de Barajas manifestó: «Los españoles han sido conmigo más generosos que los suecos y se lo agradezco profundamente». Se refería el escritor a las reticencias suecas a concederle el Premio Nobel, no se sabe si por el desconocimiento de su obra o por su apoyo, no muy ferviente además, a la dictadura argentina del general Videla. Y es que algunos seguían sin comprender que una cosa es la valía literaria y otra la vertiente humana del escritor. Años después, con Camilo José Cela no se tuvo en cuenta su fervor inicial a Franco y su ofrecimiento a prestarse como delator de rojos en Madrid para concederle el Nobel por obras tan importantes para la literatura del siglo XX como Pascual Duarte o La colmena. Borges, sumido en su ceguera, seguía siendo un literato de talla universal. El autor de obras como El Aleph, Elogio de la sombra y El informe de Brodie debería haber metido en el epílogo de la Historia universal de la infamia al jurado del Nobel.