Telmo Martín y Xosé Cuíña, «One moment in time»

Lars Christian Casares Berg
Christian Casares VILALONGA

PONTEVEDRA

XOÁN CARLOS GIL

El ex conselleiro de Política Territorial desembarcó en Sanxenxo para respaldar al candidato popular en un mitin que acabó con fuegos artificiales y verbena

17 may 2003 . Actualizado a las 07:00 h.

Apenas tardó treinta segundos en conseguir el aplauso más intenso el viernes por la noche. A Xosé Cuíña, que subió al escenario instalado por el equipo de Telmo Martín en Vilalonga le bastó con decir: «Quérolle tanto a Galicia, como lle quero a Lalín, a Sanxenxo e á miña familia». Antes habían enumerado tras el atril del PP los progresos de la parroquia los miembros de la lista popular de Vilalonga, Eulogio Blanco y María Paz Lago y el propio Martín. Pero la noche era de Cuíña. Un despliegue paralelo a la campaña, con banderolas, pancartas, pegatinas y camisetas inundaba el ambiente. Los accesos a la parroquia estaban presididos por enormes pancartas en las que se podía leer: «Vilalonga con Cuíña». Y el ex conselleiro no defraudó. Presumió de amistad con Martín, elogió «a súa lealdade en momentos políticos difíciles». El alcalde se había arrancado en la presentación con un deseo: «Sei que agora andas moi ocupado, pero espero que sexa por pouco tempo e que volvas ter o protagonismo que mereces». Eso es lo que había venido a buscar el otrora delfín. Su discurso pronto dejó a un lado los temas locales para centrarse en otra campaña. «Vou seguir en política porque eu veño do pobo», dijo Cuíña interrumpido por un aplauso. «Porque non son o producto de ningún laboratorio -prosiguió-, senón a garantía de futuro da nosa terra, onde non valen envexas». Con un auditorio cada vez más entregado, Cuíña continuó con su línea de argumentación. «Eu sigo pensando que esta terra necesita un partido que pasa por unha Galicia grande e forte dentro dunha España que recoñeza o noso feito diferencial», espetó. Pero para disipar posibles dudas acerca del significado de sus palabras apostilló: «E o PP segue sendo a garantía de que iso sexa así, porque nacemos con vocación e morreremos con vocación». Sintonía y despedida final del mitin con el ex conselleiro levantando los brazos en el centro del escenario. La música de promoción de los populares se confundió entonces con la verbena que había preparada fuera. Pulpo, vino blanco, charanga, fuegos artificiales y orquesta. Todo gratis. Y mientras el presidente de la Diputación Provincial, Manuel Abeledo, y otras setecientas personas daban cuenta del cefalópodo, con Cuíña y Martín en el centro de la escena, la orquesta se arrancó con el One moment in time, de Whitney Houston. La magia duró apenas lo que tardaron los músicos en cambiar la partitura. Al tiempo que se extinguían los últimos cohetes, la voz femenina cesó y fue sustituida por el sonido charanguero de trompeta acompañado del estribillo: «¿Por qué te fuiste, corazón?».