El grupo Lujuria actúa el sábado en Camawey
05 jun 2002 . Actualizado a las 07:00 h.«Heavy erotic metal». Es el término con el que se ha definido la música de Lujuria, un grupo sevillano que despliega la explosiva combinación del sexo y el rock. «Nos lo han puesto para que los padres sepan de qué van las letras ¿aclara Óscar Sancho, cantante de la banda¿. Lo que hacemos es ¿heavy¿ ochentero. Y en cuanto a las letras, nos decantamos por este estilo porque apenas se había tocado hasta la fecha. El caso es tocar por tocar». Lujuria ofrecerá este sábado un concierto en la sala Camawey, en la que sonarán temas de su amplio repertorio, en especial de su último disco, Enemigos de la castidad . «Quien profundice en nuestras letras, verá que no son sólo cosa de risa ¿añade Sancho¿. Luchamos por lo que creeemos y en nuestras canciones hay mensaje. Por ejemplo, nos sienta muy mal que se inicien campañas para el uso del preservativo y luego toda una comunidad se escandalice porque un director de instituto quiera poner una máquina de condones en el centro. Es increíble que en el siglo XXI no se imparta educación sexual en las aulas». Sancho combina además su faceta musical con su trabajo como profesor en un centro educativo. «Mis alumnos quieren la melena del profe, los tatuajes del profe y tener su mismo éxito sexual, aunque esto último lo tienen más difícil», se ríe. En su página web, Lujuria comentan que están deseando protagonizar una película porno, después de ponerle la música a Inixciación . «Me han llamado para hacerla ¿afirma Sancho¿, pero el guión era una patata. En el futuro sí nos gustaría hacer alguna que tuviese que ver con una banda de rock, con algo de lo que hacemos. Pero para hacer chapuzas, ya las hago todas las noches». Contra El Chivi Sin embargo, reniegan de otros intérpretes que también utilizan contenidos sexuales en sus temas, como es el caso de El Chivi. «No nos gusta que nos metan en el mismo saco ¿dice¿. Nosotros hacemos ¿heavy¿ con un tipo de letras, mientras que este tipo de artistas hacen letras y luego les ponen cualquier tipo de música. No se trata de escandalizar por escandalizar». Eso sí, han llegado al desnudo en alguna actuación. Como por ejemplo en el Festival Viña Rock en su concierto más concurrido, ante 15.000 personas. «Nunca tenemos nada planeado en las actuaciones, porque nosotros creemos mucho en el ¿heavy¿ y en lo que hacemos ¿explica¿. Pero aquel día hacía mucho calor, me lanzaron muñecas hinchables... y ocurrió. Todo sirvió para demostrar que el pene de Boris Izaguirre no es el más pequeño de España». Su irreverencia les ha provocado el veto de algún ayuntamiento, pero no por el contenido de sus canciones, sino por hablar en un concierto sobre temas «que no veíamos bien sobre aquel municipio». «Más que vetarnos, nos pasan cosas muy graciosas», señala el cantante.