Areeiro prevé eliminar otras dos plagas del eucalipto mediante lucha biológica
PONTEVEDRA
La estación fitopatológica pontevedresa ensaya en Huelva la eliminación de un insecto que come la madera La Estación Fitopatológica do Areeiro considera posible eliminar a medio plazo, mediante sistemas de control biológico, plagas que producen grandes pérdidas de rendimiento en el eucalipto. Tras el éxito del combate contra el «Gonipterus», la entidad pontevedresa acaba de presentar en el Congreso Forestal de Granada una ficha con sistemas para combatir dos plagas que afectan al árbol más explotado en nuestros montes. Entre estos sistemas figura uno de lucha biológica para combatir un peligroso xilófago, roedor de madera, que está siendo ensayado en montes de la provincia de Huelva.
06 nov 2001 . Actualizado a las 06:00 h.Además del Gonipterus scutellatus -que se come las hojas del árbol- el eucalipto, como especie de crecimiento rápido, está amenazado igualmente por otro temible enemigo, el Phoracantha semipunctata -un xilófago que va directamente a la madera-. Este último, que por ahora amenaza fundamentalmente la producción del sur peninsular, ha comenzado a ser combatido también mediante sistemas de lucha biológica, después de comprobarse la gravedad de los daños causados desde que apareció en España hace dos décadas. Al igual que en el caso del Gonipterus, el Phoracanta cuenta con un antagonista que le trae a raya: el parásito oófago Avetianela longoi. Es el punto flaco del temible comeucaliptos y la Estación do Areeiro, en colaboración con Ence, ha decidido aprovecharse de ello en la guerra contra el xilófago. En concreto, en Huelva se está procediendo a la suelta en montes con porcentajes de parasitación previos inferiores al 25% y condiciones favorables al cerambícido en árboles cebo. Los resultados obtenidos en campo presentan un 83% de huevos parasitados. Otra plaga que se está combatiendo por un método similar es la provocada por la Ctenarytaina eucalypti, ampliamente extendida, aunque no causa daños tan graves. En este caso, los ensayos se llevan a cabo en Galicia, mediante la parasitación por Psyllaephagus eucalypti. Los resultados revelan un porcentaje de momias en torno al 100% y una «magnífica colonización» de la parcela de suelta en plazo inferior a dos meses con «excelente» dispersión a otros montes.