Una familia de Xunqueira de Ambía pierde por segunda vez en tres meses su casa por un fuego
XUNQUEIRA DE AMBÍA
«No sé dónde están los servicios sociales», critica el alcalde
25 ene 2022 . Actualizado a las 11:15 h.Dos veces en tres meses. Un matrimonio, natural de Rumanía con una hija menor de edad, ha visto en dos ocasiones cómo las llamas devoraban la vivienda en la que residían en el concello ourensano de Xunqueira de Ambía. El último incendio tuvo lugar ese domingo en su casa de Cerdeira. Sucedió a última hora de la tarde, cuando ellos estaban en casa. Todo apunta a la mala combustión de la chimenea como causa del suceso, que afectó principalmente al tejado. La suerte hizo que fueran los vecinos los que se percataran de las llamas, alertando a los residentes, que pudieron huir y evitar daños personales. Hace tres meses, en octubre, esta familia tuvo que abandonar otra vivienda, en este caso en la aldea de Merí, que fue también fue pasto de las llamas. En aquella ocasión el incendio estuvo provocado por un fallo eléctrico. En ambos casos, las casas en las que residían les fueron ofertadas a un bajo coste de alquiler por su situación económica. Ahora, los tres miembros de la familia han sido realojados en el albergue municipal.
El alcalde de Xunqueira de Ambía, José Luis Gavilanes, afirma que ambos incendios fueron fortuitos y que tienen que ver con el estado de las viviendas, ya que son edificaciones antiguas. Subraya, además, que son las que se puede permitir el matrimonio por su falta de ingresos. El alcalde destaca que los propietarios no tuvieron problemas en ofertárselas al matrimonio a muy bajo precio, para que tuvieran un hogar.
Gavilanes se muestra muy crítico con el trabajo de los servicios sociales, tanto municipales como de la Xunta: «Ella tiene una pensión desde hace tiempo y el cobra el ingreso mínimo vital. El hombre estuvo trabajando en la construcción, pero ahora no tiene trabajo», relata el regidor. «Entre Protección Civil, los bomberos y yo estuvimos ayudándoles a sacar todo de su casa. Me encargué de que tuvieran dónde quedarse y qué comer. No sé donde están los servicios sociales», denuncia.