Condenado un concejal de Xunqueira de Ambía por un empujón a una mujer

La Voz OURENSE / LA VOZ

XUNQUEIRA DE AMBÍA

El juez deja la pena en una multa de 90 euros al valorar que la víctima «propició en gran medida» el incidente

05 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Una multa de noventa euros y el pago de una indemnización de 180 euros es lo que le costará a Rubén Seara, concejal popular de Xunqueira de Ambía, su intervención en un incidente en el que, según una sentencia del Juzgado de Instrucción número 2 de Ourense, propinó un empujón a una mujer. El juez pondera para fijar la condena «la escasa entidad de las lesiones» y también «que la víctima propició en gran medida el incidente que originó la posterior agresión».

La relación de hechos probados arranca con la presencia del denunciado en una cafetería de la calle Alejandro Outeiriño sobre las diez y cuarto de la mañana del 9 de febrero del 2017. La después denunciante entró en el local y al percatarse de la presencia de Rubén, que estaba tomando un café, «se encaró con él para increparlo de forma pública reiterada y en alta voz». Le recriminó que, al parecer, el hombre ·había comentado públicamente que había mantenido relaciones sexuales con ella». Respondió el denunciado diciéndole que no la conocía de nada, que lo dejara en paz y que fuera al psiquiatra.

Después de ser increpado el hombre «durante varios minutos», salieron los dos a la calle y siguieron discutiendo en la vía pública, donde, en un momento determinado, Rubén reaccionó propinando un empujón a M.S.R.F., «motivando que la misma se golpease contra una persiana y cayese al suelo».

El juez considera que el denunciado no propinó el empujón para defenderse de una agresión, o por sentirse acorralado o intimidado. El implicado reconoció haberle dado un pequeño empujón al tiempo que le decía que lo dejara en paz. Sin dejar de hacer notar «la actitud provocadora» de la denunciante, el titular del Juzgado de Instrucción 2 resalta que no está probado que el acusado respondiera a las imprecaciones o que cogiera a la mujer por el cuello, para sacarla a la fuerza del establecimiento, como la denunciante -que ejerció la acusación particular- afirma.