La profesora a domicilio para Pablo llega tras las vacaciones navideñas

Maite Rodríguez Vázquez
MAITE RODRÍGUEZ OURENSE / LA VOZ

XUNQUEIRA DE AMBÍA

Santi M. Amil

El alumno del CEIP de Xunqueira de Ambía tiene desde ayer la docente de apoyo que le aprobaron en noviembre

11 ene 2017 . Actualizado a las 09:17 h.

Solo un día después de la reanudación del curso escolar tras las vacaciones navideñas, la Consellería de Educación cumplió lo acordado en relación al caso del alumno de seis años del CEIP Padre Crespo de Xunqueira de Ambía y envió a una docente para que le dé apoyo educativo en su domicilio ya que el niño no se puede mover ni ir al colegio. Pablo, el alumno que lleva desde finales de octubre sin poder asistir a clases debido a una fractura de fémur, ya tiene al fin profesora.

Desde ayer, Pablo cuenta con una maestra que acude a su casa para que pueda seguir el curso escolar. «Es chulísimo». Fue la expresión que utilizó el niño, según explica su madre Aurora Arteaga, después de recibir las primeras lecciones de su maestra. Una primera toma de contacto que ha consistido en el repaso a los temas que habían dado en el colegio antes de las vacaciones, según explicó la progenitora. Además, el niño ya conocía a la docente, que había estado realizando una sustitución temporal en el propio colegio al que asiste Pablo hasta que le ofrecieron este apoyo domiciliario. «La avisaron para que empezase después de las vacaciones y me dijo que empezaban a repasar, con algo más lúdico», relata la madre, quien considera que el niño ahora está «de maravilla y se le hace muy ameno». El protocolo establece que el docente de apoyo desarrollará el currículo con la colaboración del profesorado de referencia del colegio del alumno. Está dos horas diarias con Pablo.

La espera ha sido larga hasta conseguir que se concretara la llegada de un profesor. Al tener una baja domiciliaria superior a un mes, la Consellería de Educación contempla que los alumnos puedan recibir este apoyo de un profesor en sus domicilios. Como el caso de este niño reunía todos los requisitos, la Xunta aprobó que se le concediese ese profesor. El 23 de noviembre fue cuando se firmó en la delegación ourensana de Educación la aprobación de ese docente para Pablo, pero pasaron los días y las semanas y no llegaba. En la sede de la Consellería en Santiago decían conocer la solicitud y su aprobación y que se estaba trabajando para incorporar al maestro de la forma más rápida posible.

El protocolo para casos de niños con dolencias de larga recuperación como las de Pablo establece que se concede la atención educativa domiciliaria en los casos de los alumnos que, por prescripción médica, deben permanecer convalecientes en sus domicilios por un período superior a un mes o padezcan alguna enfermedad crónica que cause faltas de asistencia continuadas al centro durante seis o más días consecutivos a lo largo de un mes, dentro de un período mínimo de un semestre, según informaron desde la Consellería de Educación. Mientras la maestra le da clases al niño, este tiene que estar acompañado en su casa por un adulto. Era otra condición que cumplía esta familia.

Sin embargo, a pesar de tener reconocido este derecho, la demora de la contratación del profesor se alargó siete semanas -incluidas las vacaciones- desde su aprobación. Fue el director del colegio quien comunicó a la familia que al fin había un profesor para el niño. Mientras esperaban, sospecharon que la tardanza de la Consellería en concretar la contratación se debió a motivos económicos, para ahorrarse el pago de un profesor durante el mes de diciembre.

A Pablo- al que le retiraron ayer la escayola que lo cubría hasta el pecho- todavía tiene para dos meses largos de recuperación. Ahora está liberado del yeso, pero todavía se tiene que mover con precaución y no puede ir a clases. Su madre explica que hasta el 6 de febrero no tiene una nueva revisión con el traumatólogo.