Más de cuarenta colegios tienen programas didácticos personalizados para paliar sus déficits

mar gil OURENSE / LA VOZ

XUNQUEIRA DE AMBÍA

Educación emocional, mediación y ciencia lúdica llegan a los coles ourensanos

26 mar 2016 . Actualizado a las 11:48 h.

Aprender a estudiar, superar obstáculos en lenguas y matemáticas, convivir en igualdad y respeto, reducir el fracaso y el absentismo escolar o mejorar la gestión de los centros son, junto con el más genérico de búsqueda de la excelencia, los seis ejes sobre los que 44 centros educativos ourensanos desarrollan este curso un conjunto de actividades personalizadas y, en algunos casos, muy singulares.

En el marco de los denominados contratos programa, centros y Consellería han firmado un acuerdo que permite la asignación de fondos económicos para el desarrollo de propuestas nacidas de un análisis de los puntos fuertes y las debilidades de cada centro. Colegios de primaria e institutos elevan a la Xunta sus proyectos y esta proporciona los medios para ponerlos en práctica.

En el colegio de Xunqueira de Ambía, por ejemplo, una de sus actividades pretende mejorar la convivencia con talleres de educación emocional en los que se trabajan la empatía y las habilidades sociales, y que están permitiendo, apunta su director, resolver conflictos y sacar a la luz problemas en los grupos. Este centro realiza también actividades de matemáticas con juegos y métodos diferentes, «para cambiar un pouco o chip», y proyectos de refuerzo.

Estos últimos, presentados bajo el acrónimo PROA (Programas de reforzo, orientación e apoio), son los más habituales este curso entre los 32 centros de primaria y los 12 institutos acogidos a los contratos programa.

Es el caso del Virxe da Saleta, de Maside, por ejemplo, que se ha inscrito también en el plan de mejora de las competencias lingüística y matemática con un proyecto que va mucho más allá: «Quisimos buscar el foco del problema principal de por qué algunos niños no mejoraban en las competencias clave -explica Marcos Hofkamp- y nos dimos cuenta que la asistencia era muy irregular e intermitente. Creamos un proyecto para mejorar la asistencia pensando que, solo con venir, iban a mejorar en matemáticas y lenguas».

Nexo con el poblado gitano

La solución se concretó en un proyecto de mediación social entre el colegio y la comunidad gitana del municipio, cuyos hijos presentaban frecuentemente malos resultados académicos. Como mediador se eligió al profesor de religión evangélica, Hofkamp, que afronta su segundo curso en esta función: «Empecé a ir al poblado cada semana y a interesarme si algún niño no venía al colegio. En general, la actitud de las familias cambió y ahora ya ven como normal levantarse para venir al colegio y se preocupan por llamar si no pueden».

Positiva es también la valoración de la directora del colegio Rodríguez Barroso, en el ourensano barrio de Os Rosais, que desarrolla actividades de refuerzo y de mejora de la convivencia y la igualdad. «É o terceiro ano que o facemos -explica- e a nosa idea é mellorar a convivencia e evitar casos de acoso. Traballámolo todos os profesores do centro, que nos formamos especificamente. Facemos dinámicas de grupo e temos tamén un aula de convivencia, o último recurso ante unha conduta disruptiva dun alumno. Non ten matiz de castigo senón de reflexión, e un profesor sempre acompaña ao alumno que ten que abandonar a súa clase».

Además, el Rodríguez Barroso ha elaborado trípticos con pautas de actuación en situaciones como asistencia a actos culturales, salidas en la ciudad o excursiones. No escuchar, burlarse de quien habla o silbar una actuación son gestos contra la convivencia que este proyecto trata de evitar fomentado la reflexión entre los alumnos.

De la convivencia a la Física

El trabajo tiene recompensa: actitudes más respetuosas en actos públicos, mejor trato y más atención, destaca la directora. El dinero que la Xunta aporta no es mucho, indica, «pero vemos a necesidade de facer este traballo tal como está hoxe a sociedade, así que non creo que abandonemos moi pronto».

Road to CERN es la propuesta del instituto de Celanova para mejorar el nivel en Física de sus alumnos de Bachillerato con un proyecto multidisciplinar que finalizará este mismo curso con una visita al Laboratorio europeo de Física de partículas de Ginebra. El camino didáctico trabaja desde ya actitudes y conocimientos en inglés, francés, matemáticas y música.