Roberto Gómez decidió apostar por su Xinzo natal y por la cocina hecha con cariño en su primer negocio
05 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Cuando Roberto Gómez Rocha (Xinzo 1994) decidió dar el pasao de poner en marcha su propio negocio de restauración pensó que el nombre con el que lo bautizaría tenía que transmitir la filosofía de lo que quería hacer: «Quería trasladar esa idea da comida tradicional e rica feita con tempo e cariño naquelas cociñas de leña. A nosa base é un produto de calidade e de proximidade con algún toque diferente», resume. En julio se cumple un año de la apertura de A fuego lento y parece que la idea ha calado tanto en los vecinos de la comarca de A Limia como en los amantes de la buena mesa de otros puntos de la geografía provincial y gallega, que no dudan en desplazarse para disfrutar de sus propuestas. Especialmente de la picaña a la brasa —el 80 % de las propuestas se basan en carnes— que es uno de los platos más solicitados junto a un bacalao que recuerda la preparación tradicional portuguesa, aunque no es igual. «Dámoslle un toque noso», dice sin desvelar el secreto. Las ensaladas, las distintas variedades de tostas o las croquetas son las siguientes en una lista de preferencias en la que casi nadie se resiste al postre. «Todo é feito por nós, caseiro. Coidamos moito ese remate. Eu sempre fun dulceiro», confiesa. De hecho, la primera formación que realizó Roberto Gómez en la Escuela de Hostelería de Vilamarín fue en el grado de Panadería y Repostería. Más tarde obtuvo los títulos en los ciclos superiores de Cocina y Gastronomía, y de Cafetería y Sala en Restaurante. Hoy sigue formándose. «Estou con Aloxamentos Turísticos. Gústame aprender e abrir camiños. Non ven mal coñecer técnicas e cousas que che poden valer para dar unha mellor atención e que o cliente realmente desfrute», dice. Con ese objetivo, en el restaurante A fuego lento de Xinzo ofrecen también servicio a domicilio con reparto propio. «Somos nós mesmos os que levamos os pedidos ás casas», comenta.