El antiguo imán de Xinzo afronta su primer juicio por vender ropa falsificada «que parecía legal»

Marta Vázquez Fernández
M. Vázquez OURENSE

XINZO DE LIMIA

MIGUEL VILLAR

El líder de la comunidad musulmana de A Limia, para el que se pide una condena de un años de cárcel, no se presentó a la vista

11 jun 2021 . Actualizado a las 14:31 h.

Dos años después de ser detenido en la que se consideró entonces la mayor operación contra la falsificación de ropa desarrollada en el territorio nacional, con la localidad de Xinzo de Limia como centro de operaciones, el antiguo imán de ese municipio, Mohamed N., volvió a ser arrestado. Era la una de la madrugada del 27 de febrero del 2015 cuando se le dio el alto conduciendo una furgoneta en una carretera secundaria, por la que regresaba a casa desde Portugal. En el interior del vehículo los agentes encontraron más de un millar de artículos que, tal y como sospechaban, habían sido falsificados.

Este jueves el antiguo líder religioso estaba citado para sentarse en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal dos de Ourense. A la espera de que se señale fecha de juicio para la causa del 2013, por la que se piden penas de hasta diez años de cárcel, debía responder por el delito contra la propiedad industrial que también se imputa a José Augusto P. G., persona que según se sospecha le suministró las prendas de ropa falsificadas para que las transportara desde Portugal hasta Xinzo y las comercializara.

Ninguno de los dos se personó en el juzgado, al parecer Mohamed se encuentra desde hace tiempo en Marruecos, y aunque el abogado de una de las acusaciones particulares trató de celebrar la vista, finalmente se decidió posponerla para que puedan declarar los peritos de las marcas Adidas, Lacoste y Ralph Lauren, las marcas de las 1.200 prendas (chándals, polos y pantalones) incautadas en la operación, y que según se cree habrían reportado a los acusados beneficios de más de veinticinco mil euros.

Según los afectados, se trataba de artículos de buena calidad, y que pasaban por legales a los ojos de cualquier comprador. «La marca se ha visto perjudicada porque la mercancía que se incautó era de buena calidad, no se podía diferenciar a simple vista de los originales de nuestra fábrica», aseguró Tomás Andrade, abogado de Ralph Lauren, que advirtió que la ropa hecha en Portugal «parecía absolutamente legal». Así las cosas, tanto la firma de moda estadounidense como la Fiscalía de Ourense piden para los dos acusados un año de cárcel y una multa de 4.860 euros, además de la responsabilidad civil que se establezca.

En la macro operación del 2013, denominada Laika, se incautaron 22.000 prendas de ropa de varias marcas de lujo, arrestándose a 99 sospechosos. Solo seis de ellos serán juzgados en Ourense, entre ellos el ex líder religioso.