El alto coste del gasóleo agrícola alarma a los ganaderos ourensanos

sindo martínez OURENSE / LA VOZ

XINZO DE LIMIA

Santi M. Amil

El combustible se dispara hasta un euro el litro, un 50 % más que en verano del 2018

06 may 2019 . Actualizado a las 08:01 h.

De 0,679 a 1,003 euros el litro de combustible en poco menos de un año, desde julio del año pasado a abril de este. Este espectacular incremento de casi un 50 % del gasóleo agrícola mantiene alarmados a cientos de labradores de la provincia de Ourense y en especial en la comarca de A Limia, que temen que los coste de producción del kilo de patata y cereal se disparen.

Y es que el alza del precio del barril de Brent ha favorecido esta situación. Pero no todo se explica por ese factor. Ourense es la tercera provincia española con el gasóleo B más caro, solo superadas por Álava y Vizcaya, y con un precio medio en la jornada del domingo de 0,999 euros. En Galicia, los precios son elevados, pero no tanto como en el territorio ourensano. En Lugo la media ayer era de 0,950 euros el litro; en A Coruña de 0,978 y en Pontevedra de 0,978

Esta complicada coyuntura parece que puede ir a más en las próximas semanas, coincidiendo con la «sementeira» del tubérculo. La crisis política y económica entre Estados Unidos e Irán, que está tirando al alza del precio del barril de crudo, puede disparar el precio del gasóleo para usos agrícolas hasta su tope histórico, los 1,12 euros a los que se llegó en 2012.

«Si el combustible sigue subiendo y el coste de la patata de simiente sigue elevándose, no sabemos qué vamos a hacer este año», confiesa un labrador antelano.

«Isto encarece os custes de produción»

«O alto prezo do gasóleo agrícola encarece gravemente os custes de produción do sector agrogandeiro, ademais dos insumos que se utilizan no sector», comentó Maite Joga, presidenta de la Asociación de empresarios agrícolas y ganaderos de A Limia, Adegal.

«Esta subida non a poden transmitir nos prezos de venta dos seus produtos, polo que as explotación agrícolas e gandeiras vense afectadas gravemente na súa economía. É un tema que nos preocupa moito», valoró Joga, que lidera una agrupación de cerca de 600 asociados, que ayer anunció su unión con otra asociación gallega del sector primario Agaca (Asociación Galega de Cooperativas Agroalimentarias)

La responsable de Adegal matizó que: «Se ben é certo que o gasóleo (B) está bonificado pola devolución parcial do imposto especial de hidrocarburos, recordamos que no 2017 tivo una baixada de 15 euros por cada 1.000 litros de compra, resultando o importe a devolver de 63 euros por cada 1.000 litros».

«Dende as Administracións públicas deben baixar os tipos impositivos sobre este combustible de forma inminente», consideró Joga.

El coste del combustible para usos agrícolas repercute directamente estos días en cientos de agricultores de la comarca de A Limia, que se aprestan a iniciar de inmediato las labores de siembra de la cosecha de patata. La comarca antelana produce una media de 120 millones de kilos de tubérculo al año y es puntera en Galicia.

Una treintena de gasolineras tienen este producto a la venta, ninguna de ellas en la capital

El mapa de las estaciones de servicio que tienen a la venta gasóleo agrícola en la provincia de Ourense es eminente rural y se fija en comarcas como A Limia, donde se encuentra gran parte de la producción del sector primario. Así, en la capital ninguna de las gasolineras abiertas tiene a disposición de sus clientes el denominado como gasóleo B, que es el que se utiliza para los vehículos agrícolas. Es una situación que contrasta, por ejemplo, con el caso de Xinzo de Limia que cuenta con cuatro de las estaciones de servicio que sí ofertan este tipo de gasóleo para los agricultores. A Gudiña y Maceda, con dos establecimientos con este servicio, también destacan. En el listado también aparecen ayuntamientos como O Barco, O Carballiño o Castro Caldelas. También hay estaciones de servicio que ofrecen este servicio a domicilio para que los agricultores no tengan que desplazarse hasta los puntos de venta.

Los motivos que llevan a un menor coste del gasóleo agrícola, pese a las últimas subidas, tienen que ver con los impuestos que aplica la Administración central. Para evitar usos indebidos, dado que su composición es muy similar a la del gasóleo A que se comercializa para los vehículos, se le añaden colorantes denominados trazadores. Se trata, según indican los expertos, en un producto de calidad que cuenta con unas condiciones específicas que lo convierten en la opción ideal para la actividad agrícola. Entre esas características está, por ejemplo, el hecho de que logra un óptimo arranque en frío.