Xinzo rinde tributo a su eterna partera

sindo martínez XINZO / LA VOZ

XINZO DE LIMIA

Santi M. Amil

Julio Gestoso es el nieto de Genoveva Vázquez, ya fallecida, a mujer que ayudó a nacer a cientos de limianos

07 dic 2018 . Actualizado a las 07:59 h.

Genoveva Vázquez Calviño fue una pionera en la práctica de lo que algunos califican como el oficio más bello del mundo, ayudar a un niño a ver la luz. Durante más de cincuenta años, entre principios del siglo XX y hasta la década de los setenta, esta limiana fue la partera oficiosa de Xinzo. Sucedió un entorno social y económico en el que la sanidad pública casi no existía y donde parir en una cama de una desvencijada vivienda y sin atención de un facultativo era la norma habitual.

Ahora, un grupo de vecinos encabezado por José Antonio Parente y Julio Martínez Santana promueven una iniciativa que ya cuenta con el respaldo de numerosos limianos y de los grupos políticos de la corporación. Se trata de poner el nombre de una calle y rendir tributo a una mujer finada en los años 70 del pasado siglo y que marcó la vida de un municipio y de una comarca a la que dedicó lo mejor de su carrera profesional. Genoveva, natural de Ponte Barxa (en Bande), era esposa del molinero Julio Vázquez, una persona muy conocida en el barrio de abaixo, el centro neurálgico del casco viejo antelano.

Una mujer autodidacta

Julio Gestoso, nieto de la finada partera, recuerda: «Mi abuela era una mujer muy especial, muy trabajadora. Era una autodidacta, no estudió enfermería, pero era una señora que sabía leer y escribir con soltura. En aquellos años había mucha gente que no tenía una formación básica». Gestoso asevera que «trabajó como partera durante varias décadas. La avisaban en la casa del casco viejo de Xinzo cuando una mujer iba a tener un niño. Allí iba andando a ayudar. Si veía que el parto podía complicarse se avisaba a un médico, aunque lo más habitual era que ella sola se encargase del auxilio en el parto». El ámbito de actuación fundamental de Genoveva era la villa de Xinzo pero en alguna ocasión también acudió a aldeas del municipio. En aquella época no se disponía ni de coche ni de bicicleta para desplazarse, puesto que en la preguerra y posguerra apenas existían vehículos.

Un trabajo que hacía gratis

«Nunca cobró una peseta por su trabajo. Ayudaba a personas humildes y también a gente pudiente. Jamás solicitó recompensa por ello. La gente luego se lo agradecía con regalos, le daban comida en un tiempo en el que a veces no había muchos recursos», asegura el nieto orgulloso. Y añade: «Ella era ama de casa de una familia muy numerosa». Madre de nueve hijos, su trabajo en sus labores no le dejaba mucho tiempo libre. No obstante acudía siempre rauda cuando la llamaban.

Genoveva no dejó de trabajar incluso cuando ya estaba gravemente enferma por la dolencia que acabaría con su vida a mediados de la década de los 70.

Uno de los impulsores del tributo, José Antonio Parente, afirmó que «es una mujer a la que hay que hacer un reconocimiento público porque tuvo un papel muy importante en el alumbramiento de muchos limianos en unos años en los que no tan siquiera había un hospital en Ourense. Seguramente salvó más de una vida, ya que los partos en aquellos momentos no tenían las garantías sanitarias con las que se cuenta ahora». Parente y Martínez Santana iniciarán una campaña de recogida de firmas apoyando esta reivindicación que podría plasmarse en un acto oficial a principios del año entrante.

Solidaridad

La concejala de Igualdad y Servicios Sociales de Xinzo, Silvia Blanco, aplaudió la iniciativa vecinal y remarcó la gran labor efectuada por Genoveva Vázquez durante buena parte del pasado siglo. La partera, en unión de otras vecinas ya finadas hace décadas, como Corona Cerredelo o Pepa Dacosta, realizaron durante muchos años una silenciosa pero eficaz tarea de ayuda a los vecinos más menesterosos de la localidad. Sucedió en una época en la que no había oenegés ni iniciativas solidarias y en la que la necesidad reinaba por doquier en las tierras antelanas.