Urgen que se abran los servicios que marcaba la concesión
15 nov 2018 . Actualizado a las 16:10 h.La inexistencia de paneles informativos, de un local oficial para la venta de billetes, de baños públicos día y noche, o de un servicio de megafonía han provocado las quejas de usuarios de la estación de buses de Xinzo de Limia.
La Xunta otorgó en 2001, tras una inversión de unos 600.000 euros, la gestión de la estación a la empresa Socitransa por un período de 25 años. La empresa tiene que pagar un mínimo de 900 euros al año por esa concesión y, en su caso, y dependiendo de baremos fijados en el pliego de la concesión, hasta el 4% beneficio líquido de la explotación.
Socitransa no tiene oficina en la propia estación. Sí hay un local de otra compañía de transportes. La compañía, según el pliego de adjudicación de hace 17 años, debe recibir entre 3 y 30 céntimos por cada billete expedido en la estación y una cantidad de entre 14 y 1,2 euros por el uso para de las dársenas para estacionar a las compañías de transporte que utilicen las mismas.
En el escrito de concesión se refleja además la obligatoriedad de la concesionaria de dotar a esa zona de servicios tales como megafonía, un kiosko, o un cuadro de horarios de salida y llegada de buses. Ninguna de esas dotaciones fue nunca instalada. El Concello tampoco exigió jamás su colocación.
Pese a que la Consellería de Infraestructuras asegura que no se han recibido quejas formales, el malestar de los usuarios no para de crecer. Una usuaria aseveraba ayer que «non hai información ningunha sobre horarios. E se tes que coller un autobús de madrugada non hai onde ir ao servizo. Os billetes para ir a Ourense abónanse ao condutor».
El grupo municipal de Xinzo Adiante presentará una moción en el Concello para que el ayuntamiento inste a la Xunta a reclamar esos servicios inexistentes y dotar a la estación de las infraestructuras de las que carece. «Non é lóxico que despois de tantos anos non se colocasen tódolos servizos obrigados dende 2001», defiende el portavoz de la agrupación, Manuel Pérez.
La Xunta solo reconoce que los baños están cerrados, «pudiendo acceder a los mismos todos los usuarios de la estación previa solicitud de la llave en la cafetería». Explican desde la administración que la medida «busca preservar la seguridad y evitar el uso inadecuado de los servicios, aunque en todo momento se permite el acceso a los usuarios de la estación». Los baños están ubicados en el interior del bar de la estación que cierra por la noche, lo que deja a los usuarios sin ese servicio durante casi 12 horas diarias.
Otra de las quejas de los usuarios se refiere a la permisividad de la Policía Local con la entrada de vehículos (e incluso estacionamiento) en el interior de la estación. Es algo expresamente prohibido por una señal, pero obviado por conductores que, sobre todo por la noche, no tienen reparo en colocar temporalmente su turismo en alguna de las dársenas. La Xunta matizó que el cumplimiento de esa prohibición es «una responsabilidad municipal».